Espacio Misterio
El informe del Centro Europeo de Seguridad que advierte del riesgo real de los OVNIs
Este informe sin precedentes arroja nueva luz sobre los Fenómenos Anómalos No Identificados (UAP), comúnmente conocidos como ovnis
El Centro Europeo de Política de Información y Seguridad (ECIPS) ha publicado un informe sin precedentes que arroja nueva luz sobre los Fenómenos Anómalos No Identificados (UAP), comúnmente conocidos como ovnis. Este análisis, de 30 páginas, representa un hito en la aproximación oficial europea a un tema que durante décadas ha estado rodeado de misterio, escepticismo y controversia.
Bajo la protección del Real Decreto WL 22/16.594 del gobierno belga, esta organización internacional se dedica a investigar amenazas emergentes en el ámbito de la seguridad y las políticas públicas. Su presidente, Ricardo Baretzky, con más de 25 años de experiencia en ciberinteligencia y seguridad de la información, advierte en su informe que las tecnologías relacionadas con los UAP representan un riesgo real para la seguridad europea, independientemente de su origen —sea extraterrestre o terrestre—.
El informe no solo repasa casos históricos como el supuesto estrellamiento de un ovni en Magenta, Italia, en 1933, o los “Ghost Rockets” de 1946 en Escandinavia, sino que también analiza los primeros avistamientos de platillos volantes en Roswell y el famoso incidente de Kenneth Arnold en 1947. Además, incluye casos controvertidos como el supuesto encuentro soviético en Voronezh en 1989-90, donde se reportaron avistamientos de humanoides.
En el análisis actual, destacan incidentes recientes y bien documentados, como los encuentros de la Armada estadounidense con objetos como el “Tic Tac” en 2004, los fenómenos detectados frente a la costa este entre 2014 y 2015 (“Gimbal”, “GoFast”), y el incidente del USS Jackson en febrero de 2023. La confirmación de estos avistamientos mediante radar y tecnología infrarroja refuerza la conclusión de que estamos ante objetos reales, que desafían las capacidades tecnológicas conocidas.
El informe subraya que estas entidades —que muestran capacidades de aceleración instantánea, coordinación múltiple y silencio en su propulsión— superan los límites de la física actual. La falta de recursos energéticos y materiales explicativos abre la puerta a hipótesis que apuntan a tecnologías avanzadas, posiblemente de origen no terrestre, que aún no comprendemos.
Este escenario plantea un riesgo tangible para la seguridad aérea y estratégica, especialmente por su interacción con el tráfico civil y la posible posesión de tecnologías desconocidas por actores no identificados. La presencia de estos fenómenos en el espacio aéreo europeo y global requiere una respuesta coordinada y efectiva.
Por ello, el ECIPS recomienda cinco acciones prioritarias: crear equipos especializados en inteligencia UAP en Europa, invertir en sensores avanzados —como radares multiespectrales y sistemas de inteligencia artificial—, potenciar la investigación en física y materiales, promover una transparencia pública responsable y establecer protocolos estandarizados de reporte, e integrar el análisis de fenómenos en las estrategias de inteligencia, ciberseguridad y planificación militar.
El director del ECIPS, Ricardo Baretzky, advierte que “el informe representa un cambio de paradigma en la percepción oficial europea sobre los UAP. No son meras curiosidades, sino hechos verificables que superan nuestra tecnología y desafían las leyes físicas”. La conclusión es clara: la seguridad del espacio aéreo europeo está en juego, y la respuesta debe ser integral, coordinada y basada en ciencia, tecnología y transparencia.
En definitiva, el futuro del cielo europeo —y quizás del mundo— dependerá de la capacidad de las instituciones para afrontar este fenómeno con rigor y determinación. La comunidad internacional, y en particular Europa, no puede permitirse seguir ignorando una realidad que, cada vez más, se revela como una amenaza y una oportunidad para ampliar nuestro conocimiento del universo.