Misterio
¿Un vestigio de tecnología extraterrestre en la antigüedad? El enigma del "Istanbul Shem"
Es considerado un Oopart, un objeto fuera de su contexto histórico habitual.
En las vitrinas del Museo Arqueológico de Estambul, una pequeña figura de piedra ha despertado más preguntas que respuestas. Se trata del llamado "Istanbul Shem", un objeto de unos 23 centímetros de longitud y 10 de alto que, a simple vista, parece un simple vestigio arqueológico desgastado. Sin embargo, una mirada más atenta revela detalles inquietantes: su forma cónica y alargada, sus supuestas aletas posteriores y la figura de un humanoide en posición de accionar mandos hacen que muchos lo comparen con un cohete espacial.
¿Estamos ante un simple capricho de nuestra mente, una pareidolia, o quizás frente a una representación deliberada de una tecnología desconocida en la antigüedad? La respuesta aún no está clara, pero el misterio continúa.
Un objeto fuera de lugar
El "Istanbul Shem" es considerado un Oopart, un objeto fuera de su contexto histórico habitual. Fue hallado, supuestamente, en 1975 durante una excavación en la antigua ciudad de Tuspa (también conocida como Toprakkale), ubicada al noreste del lago Van, en una región que en la antigüedad formó parte del Reino de Urartu entre los siglos IX y VI a.C. Desde entonces, ha sido objeto de susurros entre arqueólogos alternativos, teóricos de los antiguos astronautas y ufólogos.
La figura muestra lo que parece ser un individuo sentado en el interior de una cápsula en forma de proyectil, con las manos sobre unos controles. La parte trasera, algunos dicen, podría ser una especie de estabilizador o aletas aerodinámicas similares a las de un cohete moderno. Todo esto ha llevado a algunos a preguntarse: ¿podría tratarse de una representación de tecnología avanzada en tiempos en que los dioses aún caminaban entre los humanos?
¿Tecnología en tiempos de los dioses?
El interés por el "Istanbul Shem" aumentó cuando Zecharia Sitchin, reconocido investigador y autor de teorías sobre los antiguos astronautas, analizó el objeto. En 1997, Sitchin visitó Turquía y tuvo la oportunidad de examinarlo en el museo, donde fue fotografiado y estudiado. Para él, la figura era una maqueta de un cohete espacial, con motores y un piloto, que podría haber sido una representación simbólica de una nave de los dioses Anunnaki, según sus interpretaciones de textos sumerios.
Sitchin sostenía que el término "Shem" no se refería a un templo o a la gloria divina, sino a un vehículo espacial capaz de transportar a los dioses desde los cielos a la Tierra. ¿Podría esta figura ser una evidencia de que las antiguas civilizaciones tenían conocimientos tecnológicos que aún estamos descubriendo?
El Museo de Estambul, por su parte, no ha ofrecido una explicación definitiva. Algunos consideran que el objeto podría ser una falsificación moderna, hecha de yeso y polvo de mármol, ya que difiere del estilo de la época y, además, parece una cápsula espacial, algo impensable en la antigüedad. Los análisis químicos y petrográficos realizados por las autoridades también sugieren que no se trata de un artefacto auténtico de la antigüedad.
Sin embargo, la procedencia del objeto sigue siendo un misterio. No hay información clara sobre cómo llegó al museo ni en qué contexto fue hallado. ¿Estamos ante una falsificación moderna, un objeto sacado de contexto o algo que simplemente no podemos explicar todavía?
¿Un vestigio de un pasado más avanzado?
El "Istanbul Shem" se encuentra en ese incómodo espacio donde historia y mito se entrelazan. ¿Podría ser una reliquia que evidencia que las civilizaciones antiguas tenían conocimientos tecnológicos que aún no comprendemos? ¿O simplemente es un objeto moderno con una historia inventada?
Lo cierto es que, como en todo buen misterio, lo inquietante no es lo que sabemos, sino lo que todavía no podemos explicar. Quizá, en el fondo, la verdadera historia está en lo que aún nos falta por descubrir.