Política

Andalucía

La sombra del pacto Sánchez-Iglesias como munición del debate parlamentario

El presidente de la Junta reprocha a la líder del PSOE-A su «silencio» cuando otros «barones» socialistas critican el preacuerdo. Díaz pregunta a Moreno si prefiere «bloqueo o terceras elecciones»

El presidente de la Junta, Juanma Moreno, ayer en el Parlamento andaluz
El presidente de la Junta, Juanma Moreno, ayer en el Parlamento andaluzManuel OlmedoLa Razón

El debate parlamentario de ayer se movía entre los habituales reproches entre los partidos y los mensajes de «estabilidad» y de «confianza para los inversores» en los que viene insistiendo el Gobierno andaluz hasta que saltó la chispa del preacuerdo entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, lo que provocó el incendio. El portavoz de Ciudadanos en la Cámara, Sergio Romero, aseguró en su intervención que «el sablazo que va a dar Sánchez a los autónomos y a las familias va a ser de padre y muy señor mío». El portavoz del PP, José Antonio Nieto, mostró la foto del abrazo entre Sánchez e Iglesias, subrayando que esta imagen «nos ha costado 200 millones de euros» por la repetición electoral. Pero no se quedó ahí, ya que inmediatamente después exhibió la foto del beso entre el presidente de la URSS, Leonidas Breznev, y el líder de la República Democrática de Alemania, Erich Honecker, en el muro de Berlín, una imagen marcada por la desconfianza entre ambos.

Estas intervenciones abonaron el terreno para la disputa dialéctica entre el presidente de la Junta, Juanma Moreno, y la secretaria general del PSOE-A, Susana Díaz, a cuenta del preacuerdo a nivel nacional, que Moreno tachó de «negativo para España y Andalucía». El presidente reprochó a Díaz su «silencio» cuando otros «barones» socialistas se han mostrado en contra del pacto abiertamente. «Sabe que es negativo pero no se atreve a decirlo porque ha perdido voz, autoridad e independencia», subrayó, además de reclamarle que esté al lado del Gobierno andaluz «cuando vengan los ataques del nuevo Ejecutivo, que van a venir».

Díaz se mostró sorprendida por la insistencia de Moreno. «Estrenamos nuevo formato: la sesión de control a la líder de la oposición. El ridículo también forma parte de la actuación política de quien la lleva a cabo». En este punto, le reprochó los términos que ha venido utilizando para referirse al preacuerdo, como «gobierno Frankenstein» o «pacto Drácula» en referencia a la subida de impuestos que ambas formaciones estarían planeando. Por ello, le pidió que diga qué puntos del acuerdo no le gustan, «si el relativo al crecimiento económico, la lucha contra el cambio climático, el apoyo a las pymes o la garantía de la convivencia en Cataluña en el marco de la Constitución». «Critica algo que no se ha leído y deberá explicar si prefiere el bloqueo o terceras elecciones», remarcó.

Junto a ello, en relación a los resultados de las pasadas elecciones generales, subrayó la diferencia de «apenas 6.000 votos» entre el PP y Vox en Andalucía. Fue entonces cuando Moreno atacó recordando el análisis del dirigente socialista Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, uno de los principales apoyos de Sánchez en Andalucía. Celis, cuando en el PSOE-A celebraban la victoria socialista, ensombreció la fiesta recordando que el bloque de la derecha sumaba más que el de la izquierda. Por tanto, Moreno preguntó a Díaz por qué Sánchez «saca más votos en Andalucía» cuando se presenta él y el PSOE cosecha menos apoyo cuando se presenta ella.

El presidente sacó a relucir el punto 281 del programa electoral de Podemos, en el que apuesta por un «referéndum pactado» sobre un nuevo encaje de Cataluña en España. Insistió en conocer la opinión de Díaz sobre este asunto, «usted que siempre ha dicho que era una voz libre e independiente y ahora está tan sumida en ese silencio tan frágil», a pesar de que en su día dijo «barbaridades» de Podemos. Igualmente, Moreno aseguró que le preocupa qué pasará en materia fiscal, con el modelo territorial y con un supuesto control de los medios públicos y recordó que Díaz afirmó que «no puede haber ministros a favor de la autodeterminación».

La líder del PSOE-A recogió el guante recordando las «cinco derrotas electorales» de Moreno desde que es presidente de la Junta y tuvo palabras también para el socio del PP en la Junta, Ciudadanos, «desaparecido del arco parlamentario». Junto a ello, Díaz puso de relieve el «alto coste personal y político» que asumió «para que este país tuviera un Gobierno».

El futuro Gobierno de España afloró en el marco de una pregunta Díaz a Moreno sobre políticas públicas en Andalucía, en la que le reclamó que aclarara si sigue manteniendo su compromiso electoral sobre la creación de 600.000 empleos en la comunidad autónoma.

El presidente indicó que el Gobierno andaluz tiene hoy «la misma ambición» que cuando llegó hace diez meses, que es la de intentar llevar a Andalucía a la media de desempleo del resto de España, y defendió que en este tiempo se han creado ya 80.000 empleos. También señaló que su Gobierno va a llevar a cabo todas las reformas necesarias para que Andalucía cree empleo y confió en la ayuda del futuro Gobierno de España, aunque mostró abiertamente su preocupación y escepticismo por las «recetas» que están planteando en ese pacto PSOE y Unidas Podemos.