Igualdad de género

Rocío Ruiz: “Teniendo antes los test habríamos evitado muchos contagios en residencias”

La consejera de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación cree que la incidencia del coronavirus en los centros de mayores “se ha controlado bien” pese a los casi trescientos fallecidos

La consejera andaluza Rocío Ruiz, en uno de los patios del Parlamento, en una imagen de archivo
La consejera andaluza Rocío Ruiz, en uno de los patios del Parlamento, en una imagen de archivoManuel Olmedo

La consejera Rocío Ruiz se reincorpora al trabajo presencial después de un mes confinada en casa, como la gran mayoría de ciudadanos, y mañana comparecerá en el Parlamento. El coronavirus ha acuciado aún más la necesidad de implantar políticas sociales, especialmente en colectivos vulnerables como las mujeres maltratadas, los niños y los mayores. Estos últimos son la principal preocupación por la especial virulencia de la Covid-19 en ellos.

Su consejería es una de las que más trabajo tiene debido a la incidencia del coronavirus en las residencias de ancianos. El último dato, de este martes, es que son 273 fallecidos de las 836 personas que han muerto en Andalucía. ¿Se podía haber adelantado el Gobierno a esta situación?

Por supuesto que se podía haber adelantado porque desde el 30 de enero tenía conocimiento de las medidas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), de que había una alerta sanitaria y ellos son la competencia.

La Junta también tenía creado desde entonces un gabinete específico.

Nosotros lo hicimos muy pronto, nuestro gabinete de expertos lo teníamos hecho desde enero, pero viendo que había un contagiado, que tampoco se tomaban medidas desde el Ministerio de Sanidad y no había estado de alerta. Nos adelantamos de hecho a este estado de alarma del día 14. Recuerdo que las primeras medidas fueron dos días antes. Desde mi consejería se cerraron todos los centros de mayores y de participación activa dos días antes y un día antes di orden para que tampoco recibieran visitas las personas de las residencias. Esa medida pienso que ha evitado muchísimos contagios. Nos adelantamos y el Gobierno ha ido siempre muy atráa,, improvisando, y echamos de menos ese mando único del que hablaban al principio. Eso hubiera sido lo ideal, que hubiera habido un mando único pero de verdad, a nivel de compras y de decisiones consensuadas.

¿Por qué se ha esperado a que hubiera brotes, con hasta una veintena de fallecidos, para adoptar otras medidas en las residencias? También el hecho de que los familiares no pudieran sacarlos de allí parece una sinrazón.

Tenemos que tener en cuenta que las residencias son centros sociales, son los hogares de nuestros mayores, no son centros sanitarios y no están preparados evidentemente para una pandemia de esta magnitud. Salud se hizo cargo y lo primero que hizo es poner una enfermera de enlace en cada uno de los centros. Son 45.000 personas mayores y lo que hacemos desde el primer momento es un plan de contingencia para que haya plazas suficientes para poder aislar, sin saber lo que nos venía, y con cinco centros medicalizados. Esto lo hablo con consejeros de otras comunidades y vamos por delante, porque la situación allí es muchísimo más dramática. ¿Qué nos ha faltado?

Eso, ¿qué les ha faltado?

Nos han faltado los test. Hemos hecho ya en estos días, desde que han llegado todos por parte del Gobierno, 46.416. En esta semana terminamos los test no solo a las personas residentes, también a los trabajadores -se han hecho a más de 15.000-. Con eso ya sabemos el índice de contagio que tenemos y nos ha dado un poco la razón: los casos son dramáticos, las muertes muy lamentables, pero es un 97,5% de usuarios que no están contagiados. Se ha controlado bien. Por lo tanto, no es una situación de alarma. Nos faltó tener los test porque hace ya un mes que el Ministerio anunció que iba a hacer las compras y a una semana después dijo que no podían, que los compráramos nosotros.

Desde Europa y el resto de países empezó una competencia feroz por el material. Lo estamos viendo con las mascarillas, que son casi imposible de encontrar por parte de los ciudadanos.

Bueno, nosotros conseguimos antes que el Gobierno cinco millones de mascarillas. Ahora están saliendo también empresarios que dicen que ofrecieron al Gobierno test y mascarillas, yo no sé si es verdad. Habrá que analizar en su momento dónde han estado las debilidades y los fallos. Creo que habiendo tenido antes los test habríamos evitado muchos contagios, esa es la realidad.

Dice que no es una situación de alarma, pero se ha dejado a personas con dependencia en sus casas sin asistencia. ¿Por qué ha ocurrido?

Eso no es así. Para la ayuda a domicilio, siguiendo unas instrucciones del Ministerio, teníamos que establecer unas recomendaciones a todas las diputaciones y ayuntamientos, que son los que la gestionan -nosotros lo que damos es el dinero-. Entonces, las recomendaciones es que se tenían que mantener los servicios mínimos esenciales, el grado III y el grado II. Eso se tenía que garantizar sí o sí y me consta que se ha garantizado. Solo a las personas de grado I son a las que se les ha atendido con llamada telefónica o si necesitaban comidas a domicilio, que también se le daba. A todas las personas que iban a centros de día se les está haciendo un seguimiento a través de teleasistencia. Hemos aumentado los recursos, con 66 personas más contratadas y más de 3.500 nuevos dispositivos. También tenemos una comisión de emergencia social.

¿En ella se incluye a los menores?

Sí, sí. En los centros de menores afortunadamente no hemos tenido ningún contagio, están bien y siguen funcionando, tanto los nuestros como los de los menores extranjeros no acompañados (Menas).

¿Se les han hecho test a los niños tutelados por la Junta?

Nosotros ahora mismo no hemos tenido ningún contagio, ni en los centros de menores ni en casas de acogida.

¿Pero se les han hecho pruebas, aunque no tuvieran síntomas?

Ahora vamos a empezar a hacerlas. Esta semana se empezará a hacer a los trabajadores de ayuda a domicilio, a los centros de menores y casas de acogida, tanto a trabajadores como usuarios. Ya son test masivos, pero era menos la preocupación porque ni en centros ni en casas de acogida de mujeres maltratadas había habido ningún caso. Se han tomado todas las medidas de protección, hemos distribuido mascarillas y geles. En casas de acogida ha habido un aumento de personas, hemos acogido en este mes a 44 mujeres y a 47 niños.

¿Solo en este mes? Parece que el coronavirus oculta todo, pero la violencia de género sigue estando ahí.

No es un repunte exagerado, pero estábamos preparados porque no sabíamos si iba a haber un repunte con esto del encierro porque convivir con el maltratador durante tantas horas aumenta el riesgo. Teníamos un plan de contingencia por si hacían falta más plazas para acogimiento, pero afortunadamente no han hecho falta. Con el plan de “Mascarilla 19” en las farmacias también han denunciado mujeres.

¿Cuántas?

Han sido nueve o diez.

¿Cómo se ha actuado ante casos de maltrato y de dónde provenían las denuncias?

Siempre nos suelen llegar a través del teléfono de información a la Mujer, pero con la pandemia cuando han acudido a la farmacia y el farmacéutico ha llamado al 112 y se han hecho cargo de todo. Pensamos que hemos salvado vidas. Están llamando también al teléfono vecinos que tienen algún indicio de una situación de violencia.

¿Está habiendo ahora más solidaridad en este sentido? Habitualmente las denuncias no vienen del entorno.

Es verdad que siempre hemos dicho que combatir la violencia de género solo era posible con la implicación de todos, no se le podía dar la responsabilidad a la mujer, y esta situación tan tremenda nos ha abierto la sensibilidad y estamos más atentos a situaciones de vulnerabilidad de cualquier persona, con mujeres y con personas mayores. Tenemos ya más de tres mil voluntarios en nuestra plataforma, hemos puesto en funcionamiento tres teléfonos para acompañar a personas mayores, para dudas, emergencias... Muchas veces hace falta que nos remuevan un poco las conciencias para ver que lo que realmente importa en la vida es la salud, los seres queridos y cuatro cosas. Creo que esta crisis nos va a cambiar un poco a todos, espero que a la clase política también.

¿Nos va a cambiar a mejor o a peor?

A mejor porque el distanciamiento pasará y vamos a dar más valor a las relaciones sociales, al abrazo, a todo lo que pasábamos por alto porque al final lo que importa es tener salud y a la familia cerca.

Sí, pero cuando se tiene salud no trabajo, como le está ocurriendo ahora a mucha gente, es difícil. Las entidades sociales están alertando de que va a haber mucha gente que se empobrezca. ¿Está preparando su consejería un plan para abordar esa vulnerabilidad social?

Ya hemos tomado medidas sociales contundentes, desde hace dos semanas. La primera es poder otorgar de forma automática todas las solicitudes de renta mínima que se hayan presentado como emergencia social.

¿Cuántas son?

Tenemos unas cinco mil familias que se van a beneficiar, pero además hemos aumentado en 15,3 millones las ayudas a familias con hijos, que se recibirán a través de los ayuntamientos. Y el fondo extraordinario de 57 millones del Estado, que todavía no ha llegado ni un duro, tengo que decirlo...

Faltaba que la Junta concretara los proyectos.

Sí, nosotros teníamos hasta el 10 de abril para presentarlos y nos aseguraban que del 10 al 30 de abril nos lo ingresarían. Hay una partida importante de 29 millones para las corporaciones y luego para todo lo que implica la emergencia social de la Covid-19: refuerzo de residencias, ayuda a domicilio... Ya hemos incorporado a más de mil personas que en 24 horas estaban trabajando. Y los ayuntamientos igual, tienen que reforzar su servicios sociales. Hemos hecho un reparto atendiendo a criterios poblaciones, pero tenemos que seguir con las ayudas.

La Red Española de Inmigración y de Ayuda al Refugiado ha denunciado que la Junta les debe tres meses por su gestión de los centros para menores inmigrantes, que cifran en siete millones de euros.

No, no, nosotros con esas entidades hicimos un contrato de tres meses y ahora les hemos hecho una prórroga otros dos y se van a pagar. Eso tiene unos plazos de pago. La situación ha cambiado mucho, esperábamos 27 millones del Estado que corresponden a los Mena, que tampoco nos lo han ingresado ni lo piensan hacer. Han salido unas ayudas para los asentamientos de Almería y Huelva del Gobierno de Andalucía, y eso que las competencias no son exclusivas nuestras. En Andalucía como frontera sur tenemos el problema de la inmigración, pero es un problema de Estado, un problema de Europa, y no estamos recibiendo ayuda de nadie. Hay que empezar a rearmar la economía y hay que tener una altura de miras y hacer un plan de Estado donde estemos todos a una, porque esto no es una cuestión de Andalucía. Si Andalucía no sale, no sale España. Hay que darle una vuelta a la financiación, a la deuda... España está pendiente de Europa pero tiene que tomar medidas. Con los autónomos también nos hemos adelantado con esos 40 millones para la cuota de marzo. Esas medidas hay que tomarlas ya, no podemos esperar a que acabe esto.

Hasta el día 26 está decretado el estado de alarma, que puede prorrogarse de nuevo, pero está claro que la recuperación va para largo. Va a haber que reorganizarlo todo.

Nosotros teníamos un presupuesto aprobado, con un ingrediente social importantísimo, más del 50% para Salud, para mi consejería y para Educación. Nada más que en salud vamos a tener un gasto extra de 1.800 millones y solamente estamos pidiendo que nos dejen reestructurar la deuda. El Estado es dueño del 75%, nos ahoga a nosotros y pensamos que van a ahogar a la ciudadanía. La Unión Europea (UE) ya ha dado el primer paso para colaborar y hay que decir, eso es un hecho, que la UE no confía en España porque hay un pacto con los populistas y las ideas económicas ya sabemos que distan mucho de las ideas de recuperación de los países más desarrollados. Y eso da mucho miedo a Europa. En el Parlamento Europeo, nosotros, los liberales, con los conservadores y socialdemócratas somos un frente común, pero este tipo de nacionalistas y populistas con los que ha pactado el señor (Pedro) Sánchez no le dan confianza.

Aunque no sea directamente su competencia, parece que el curso escolar se va a tirar por tierra. Esto va a provocar que muchas familias y niños se queden descolgados por la brecha digital que existe. ¿Van a intervenir en ese ámbito?

Educación está actuando y nosotros vamos a colaborar con ellos a través de la infancia más vulnerable, que es nuestra competencia. Hay que evitar esa brecha digital. Todo lo estamos haciendo ahora a través de las redes y es verdad que hay personas que no las tienen. A la Consejería de Educación el año pasado le costó trabajo, pero este año seguro que van a arrancar muy bien los programas de refuerzo escolar en verano, seguro que van a tener mucho público. Yo recuerdo una huelga grande que hubo en el curso 1986/87, que me cogió trabajando como docente, y se llevaron más de tres meses sin clase. Y no pasó nada, los niños y los universitarios recuperaron sus cursos. Y no había los medios telemáticos de ahora.

Volviendo al tema de los mayores, este lunes pasado se han aprobado las salidas de personas de las residencias, si sus familias lo solicitan. ¿No podría haberse adoptado antes para evitar ese estrés adicional de no saber de ellos durante un mes?

Entiendo perfectamente a las familias y la angustia y es bueno que se haya tomado esta medida, pero nosotros teníamos que tener la autorización de salud pública. Hasta que el Ministerio no ha dado el visto bueno no se ha podido hacer. Tienes que hacer test y PCR para tener la completa certeza de que esa persona no está contagiada y que el entorno familiar tampoco, para que salga con todas las garantías. Se ha hecho cuando se ha podido hacer, ojalá hubiéramos podido hacerlo antes. Me dicen de Salud que tenemos 27 peticiones. Y que no se preocupen que las plazas de dependencia en residencia por supuesto no las van a perder, está todo garantizado.

Una de las cosas más duras que estamos viviendo es el hecho de no poder despedirse de los fallecidos. ¿No hay otra alternativa?

Eso también son órdenes de Salud. En nuestras residencias hemos hecho recomendaciones de comunicación, para que por lo menos puedan ver a su familiar, aunque muchos tienen una dependencia muy grande y no pueden hablar. Vamos a entregar más de cien móviles, para que hagan videollamadas, y hay un programa de donación de tablets. Tenemos que hacerlo todo más humano. Habrá que dedicarles el tiempo para que los puedan ver y despedirse de ellos, sobre todo si es la última vez, aunque sea de forma telemática.

A nivel personal, ¿cómo lleva su trabajo con el confinamiento?

Se lleva mal porque soy una persona de reunirme mucho, me gusta mucho la comunicación cara a cara porque creo que es como se resuelven los temas y eso lo llevo fatal. Los medios tecnológicos no me terminan ninguno de gustar, pero, bueno, lo estamos haciendo a nivel telemático con reuniones a todas horas. He estado confinada en casa sin parar y ya hoy voy al Consejo de Gobierno. Iré también al Parlamento el jueves parar defender el decreto de Renta Mínima, con todas las medidas de seguridad. Nosotros tenemos que dar ejemplo y sobre todo darle mucho ánimo a todos, no podemos ahora venirnos abajo. Sabemos que va a ser muy difícil, pero vamos a trabajar sin descanso.

¿Ve ya la luz al final del túnel?

Yo lo veo con mucha más tranquilidad para el verano, iremos incorporándonos poco a poco. Hay datos esperanzadores y estamos viendo que se están estabilizando. Debemos pensar que si hay menos fallecidos son vidas humanas que estamos salvando, pero este virus, como dicen los médicos, ha venido para quedarse. Tenemos que ser realistas, hasta que no tengamos una vacuna desgraciadamente habrá nuevos brotes y tendremos que acostumbrar a vivir con él. Es una nueva forma de vida.