Adelante Andalucía cierra siete horas de reunión sin acuerdo sobre la salud de la marca

Estaban convocados en Sevilla. Fue Izquierda Unida (IU), la formación que lidera en comunidad Toni Valero, la que demandó el encuentro entre las organizaciones que conforman Adelante Andalucía, esto es, Podemos, Anticapitalistas, Primavera Andaluza, Izquierda Andalucista y la propia IU. El motivo eran las múltiples discrepancias y tensiones que el control de la marca ha despertado entre los aliados, de cara a la próxima convocatoria electoral autonómica, y después de que Martina Velarde haya sustituido a Teresa Rodríguez a las riendas de la formación morada en la comunidad. Acordar cómo avanzar sin que todo se derrumbe parecía ser la clave. Pero, casi siete horas de cónclave para «testar el estado» en el que se encuentra la coalición se han saldado sin pactos concretos, según han admitido fuentes de la confluencia. De hecho, se han emplazado a «seguir hablando dentro de dos semanas».

Otras fuentes han anotado que el objetivo volverá a ser «sacar una solución colectiva» a las evidentes «grietas internas» que han surgido. Es más, cuando IU movió ficha lo hizo para, entre otras cuestiones, corregir «las anomalías democráticas» que, según ha advertido esa formación, se han dado en el seno de la confluencia. Buscan, con todo, mantener la unidad.

Según el últimoBarómetro de Opinión Pública de Andalucía de la Fundación Centra, si se celebraran ahora elecciones regionales, Adelante se desplomaría un 12,2%, del 16,2% al 4%, lo que supondría quedarse con 2 o 3 escaños, de los 17 que lograron en 2018. No tendrían grupo propio. En cambio, ese mismo trabajo otorgaba un 9,4% de los votos a Podemos, si concurriera por separado a los comicios, que se traduciría en entre 9 y 11 diputados regionales.