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Málaga se abre camino hacia la Expo 2027
Está prevista en el triángulo productivo de la ciudad dotado ya con la mayor parte de las infraestructuras de comunicaciones necesarias y reforzando el carácter metropolitano de la muestra
Málaga encara con paso firme su carrera hacia la designación de la Expo 2027, una cita que consolidaría a la urbe como la gran capital del sur de Europa y epicentro del conocimiento, y que se celebraría apenas tres años de la consecución de la Agenda 2030 y los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) en ella establecidos.
La candidatura malagueña plantea utilizar un suelo de 250.000m2 de superficie en la zona de Buenavista en el distrito Campanillas, en el Oeste de la capital, si bien la superficie total a utilizar sería de 800.000 m2 incluyendo los terrenos situados al Oeste y Este de la pastilla principal de suelo para destinarlos respectivamente a la logística y a viviendas. En concreto, la muestra se desarrollaría en una parcela que se encuentra localizada en el triángulo productivo de la ciudad: junto a la Universidad de Málaga, el Parque Tecnológico de Andalucía, los principales parques empresariales, el aeropuerto y el Palacio de Ferias y Congresos. No en vano, ese suelo cuenta ya con la mayor parte de las infraestructuras de comunicaciones necesarias: aeropuerto, líneas ferroviarias y el principal nudo de autovías del área metropolitana, toda vez que la ubicación refuerza el carácter metropolitano de la Expo 2027 Málaga, al encontrarse cerca de municipios como Alhaurín de la Torre, Torremolinos y Cártama.
El planteamiento que se baraja es que el suelo situado al oeste de la parcela situada al oeste de la parcela de 250.000m2 tenga destino logístico y, una vez finalizada la Expo, se utilice para acometer la ampliación del Centro de Transporte de Mercancías (CTM).
Por su parte, la parte al Este de la parcela principal podría ser utilizada para viviendas del personal que trabaje en el montaje y funcionamiento de la Expo e incorporarse posteriormente al parque de vivienda pública de la ciudad en régimen de alquiler. De este modo, una vez concluida la exposición, las infraestructuras y edificios creados a tal efecto se convertirán en nuevos espacios productivos para Málaga a medio y largo plazo. Según defiende el Consistorio en la candidatura, el proyecto «encaja con las previsiones que refleja el planeamiento urbanístico de Málaga para los próximos años y la zona natural de expansión de la ciudad, al mismo tiempo que daría respuesta en un futuro a la demanda de suelo logístico y de oficinas así como de residencial».
El dossier de la candidatura malagueña, en inglés y francés, deberá entregarse el 7 de junio, y deberá ir acompañado de un documento de asistencia a países en vías de desarrollo, al que el BIE otorga especial relevancia, y que deberá contener los planes del candidato para ayudar a estos países a participar en la Expo. El documento, será confidencial durante el periodo de candidatura. El BIE deberá examinar los dossieres de las ciudades candidatas, y luego será la Asamblea General de la organización la que votará entonces para elegir la ciudad ganadora según el principio de «un país, un voto».
Además, los candidatos realizarán varias presentaciones durante el periodo de candidatura ante la Asamblea General del BIE. De hecho, cada candidato debe organizar un simposio al que acudirán los delegados de los países miembros.
Por último, habrá una misión del BIE que visitará cada ciudad candidata. Las fechas de esta misión se acordarán bilateralmente e irán desde junio hasta octubre de 2022, agosto excluido.
La candidatura malagueña se presentó días atrás en la Exposición Universal de Dubái, donde una delegación del Ayuntamiento encabezada por el alcalde, Francisco de la Torre, participó en los actos organizados por la Junta de Andalucía, en los que se proyectó un vídeo promocional de la misma. En la cita, el regidor malagueño reivindicó el potencial de Málaga frente a sus rivales, Minnesota, en Estados Unidos; Phuket, en Tailandia; Belgrado, en Serbia y San Carlos de Bariloche, en la Patagonia argentina, a las que antepuso «el gran tirón» de la capital de la Costa del Sol. Málaga será una ocasión para «la reflexión, el encuentro, compartir buenas prácticas», y que la comunidad internacional pueda llegar a conclusiones «que sean útiles para la humanidad». Por ello la Expo 2027 debe ser «una gran ocasión de pedagogía y de reflexión, con seminarios, encuentros, conferencias y congresos en torno a los retos que tiene hoy la humanidad: controlar el cambio climático e innovación para lograr la sostenibilidad social y también económica», según el alcalde.
Durante su intervención en el acto organizado en el pabellón de España, De la Torre subrayó que trabajará para lograr apoyos para el proyecto –que se alinea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas– cuando se celebre la votación en el BIE, y que se considera optimista, ya que «será difícil encontrar una candidatura con más tirón».
A su vez el presidente de la Junta expresó igualmente su apoyo a Málaga como sede de la Expo 2027, para la que aseguró va a realizar «todas las gestiones necesarias para conseguir el voto de los países árabes», entre ellos los EAU.
Sus rivales serán Minnesota, en Estados Unidos; Phuket, en Tailandia; Belgrado, en Serbia y San Carlos de Bariloche, en la Patagonia argentina. Moreno recordó el legado de la celebración de la Expo Sevilla 1992, que «marcó sin duda alguna un gran hito y punto de inflexión», que «abrió nuestra tierra de par en par tanto al progreso como a la modernidad». Como muestra del apoyo del Gobierno central al proyecto, la delegación estuvo también acompañada por la secretaria de Estado de Asuntos Exteriores y Globales, Ángeles Moreno, quien indicó que su ministerio trabajará para que esa iniciativa «se convierta en realidad». Moreno insistió también en la importancia de lograr ciudades sostenibles, y que se espera que en 2050 el 68 % de la población mundial sea urbana, por el 55% actual.
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