La Villa Fortaleza de Castellar de la Frontera, un mágico viaje al pasado en Cádiz

Hay expresiones que solo se pueden entender cuando se viven situaciones o se visitan lugares que, como es el caso, nos dejan “sin palabras”. Y es que, precisamente, así, sin palabras, se quedan quienes tienen el enorme privilegio de, intencionadamente o por puro azar, descubrir una de las mayores joyas del destino Cádiz, la Villa Fortaleza de Castellar de la Frontera o Castellar Viejo. Enclave que escribe su historia entre sólidos muros de piedra, fachadas de cal, rincones de pura magia y espectaculares vistas que se precipitan sobre uno de los paisajes naturales más singulares y ricos de la provincia de Cádiz y Andalucía, el Parque Natural de los Alcornocales.

Así, como si de un viaje al pasado se tratase, la Villa de Castellar de la Frontera invita al visitante a revivir una época (siglo XIII) en la que cristianos y musulmanes median sus fuerzas por el Reino de Granada.

Tal es así, que esta fortificación, de las más bellas y mejor conservadas de Andalucía y España, fue parte importante del sistema defensivo del Estrecho de Gibraltar.

Viaje de emociones que van in crescendo desde que se atraviesan sus muros y se recorren su patio de armas y las estrechas y empedradas calles de su íntimo y espectacular casco histórico.

Acogedora villa que, desprovista de elementos de modernidad, parece haber tomado la determinación de vivir al margen de la realidad que existe tras sus muros, convirtiéndose en el mejor de los refugios de aquellos que buscan paz y tranquilidad.

Entre sus elementos, destacan las torres, barbacanas y colmenas que dan vida a su recinto amurallado y que, pese al paso de los siglos, se conservan en perfecto estado, ejerciendo ese poder hipnótico que lo envuelve todo.

Bastión que cobija a apenas un centenar de viviendas aún habitadas, muchas de ellas destinadas a turismo rural.

Flores de buganvillas, geranios, rosales… y el sonido del agua de sus fuentes dan color y ambiente a una villa en la que destaca la Iglesia del Divino Salvador (estilo barroco) y, adosado a ella, un pasadizo que la une con el Alcázar.

Pasear por las calles de esta villa y entregarse al sano ejercicio de la contemplación y el relax es uno de los mayores lujos del que, sin lugar a dudas, es uno de los lugares más bellos de la provincia de Cádiz, de la interior.

No en vano, la Villa Fortaleza de Castellar de la Frontera forma parte desde 2019 de la red Pueblos Más Bonitos de España, está catalogada como Monumento Histórico Artístico desde 1963 y, recientemente, La prestigiosa revista National Geographic la ha incluido dentro de su lista de pueblos medievales más bonitos de España.

ENTORNO ENVIDIABLE

Además de su belleza, historia y buena gastronomía (en la zona se cocinan auténticas exquisiteces de caza mayor y menor), la Villa Fortaleza de Castellar de la Frontera le debe mucho al espectacular entorno natural en el que se enclava y del que hace gala de unas visitas espectaculares, el Parque Natural de los Alcornocales. Circunstancia que la convierten en un destino rural top.

Paisaje que propone innumerables rutas y experiencias a lo largo y ancho de una densa masa arbórea dominada por centenarias encinas y alcornoques, cuyo corcho, llegado el mes de junio, se convierte en el centro de la ancestral liturgia del descorche; materia prima de extraordinaria calidad que se emplea en sectores como el del vino, complementos, etc

Asimismo, en este escenario de extraordinaria diversidad se puede disfrutar de uno de los grandes rituales de este universo de alcornoques: la berrea; ceremonial de apareamiento de los ciervos.