Medidas

Semana Santa en Andalucía: la prueba de fuego de la normalidad

Andalucía afronta la primera celebración masiva en la calle tan solo con recomendaciones contra el coronavirus

Palcos de la plaza de San Francisco de Sevilla
Palcos de la plaza de San Francisco de SevillaKiko HurtadoLa Razón

Andalucía afronta desde hoy una Semana Santa muy especial. La del reencuentro, tras dos años sin procesiones, y con algunas medidas contra el coronavirus todavía vigentes. Una auténtica prueba de fuego ante la primera cita masiva en la calle, antesala de lo que ocurrirá semanas después con las ferias, romerías y demás fiestas de primavera.

El uso de la mascarilla en interiores es la única medida obligatoria durante la Semana Santa, aunque la Consejería de Salud y Familias publicó una serie de recomendaciones para evitar en todo lo posible los contagios. Figuran en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) con fecha 1 de abril de 2022, destacando el uso de la mascarilla en aglomeraciones, cuando no se pueda respetar la distancia interpersonal. Junto a ello, se insta a respetar los aforos en los establecimientos de hostelería y se pide a los ayuntamientos que intensifiquen la frecuencia de los transporte públicos.

De forma específica figuran indicaciones para los costaleros y hombres de trono, que deberán llevar mascarilla durante las estaciones de penitencia. También se exige la realización de una prueba diagnóstica 24 horas antes de la salida, desinfectar los varales y trabajaderas, no compartir vasos durante las paradas, ventilar el interior de los pasos y tronos y mantener reuniones previas y posteriores al aire libre.

Sobre los músicos, los de percusión deberán llevar mascarilla y se recomienda mantener la máxima distancia posible entre el público y los instrumentos de viento. Los nazarenos, en el templo, deberán llevar mascarilla y no cuando se cubran con el antifaz. En las aglomeraciones, la Consejería de Salud pide que los mayores de 60 años y las personas vulnerables porten mascarilla FFP2.

Se espera una gran afluencia de público debido a los dos años de ausencia de procesiones en la calle. Al público local se sumarán los turistas y visitantes, especialmente a partir del Jueves Santo. Las reservas hoteleras se sitúan por encima del 80 por ciento y en ciudades como Sevilla y Málaga se podría rozar el lleno en las jornadas cenitales de la celebración.

A diferencia de lo que se sugirió en un primer momento, cuando se instó a las cofradías a transitar por avenidas y espacios amplios, las hermandades mantendrán en gran medida sus itinerarios para no perder la idiosincrasia local. Las obras, como en el caso de Sevilla con la ampliación del Metrocentro, son el único motivo para modificar recorridos.

Sí habrá un refuerzo policial para garantizar la seguridad ante la previsible afluencia masiva de público. Tan sólo en Sevilla estarán operativos más de 1.600 policías nacionales y 977 guardias civiles, que se suman a los 600 efectivos del Ayuntamiento, entre policías locales y operarios de limpieza. Se aforarán calles, tal y como ha venido ocurriendo en las últimas Semanas Santas, y los bares del centro tendrán que cerrar a la 1:00 en la madrugada del Viernes Santo, con el objetivo de evitar los disturbios que han venido empañando esta jornada tan significativa en la capital hispalense.

En Málaga, más de 600 policías locales integran el dispositivo de seguridad, que se desplegarán por el centro para verificar que se cumplen las medidas contra la covid, además de controlar las aglomeraciones. Será el segundo año que las cofradías desfilarán por el nuevo recorrido oficial, estrenado en 2019. Almería sí estrenará carrera oficial, que comienza en el Paseo y termina en la Catedral pasando por el santuario de la Virgen del Mar. Las gradas han sido sustituidas por sillas. Además, la carrera oficial de Córdoba terminará en la puerta de Santa Catalina de la mezquita-catedral.

Precampaña entre pasos y nazarenos

La de este año será una Semana Santa con un marcado carácter político. Las elecciones autonómicas no se han convocado todavía, pero es inminente el anuncio tras meses de especulaciones. Los candidatos, algunos ya ratificados por sus partidos y otros en ciernes, aprovecharán para fotografiarse delante de los pasos y tronos y multiplicarán su presencia en las salidas de las cofradías. La Semana Santa no ha sido ajena a esta circunstancia en las últimas décadas. De hecho, otros años se ha celebrado en campaña electoral y los candidatos pidieron el voto rodeados de nazarenos. No es el caso ahora en Andalucía, aunque todo parece indicar que será un escenario propicio para que los políticos se exhiban.