Infraestructuras

Almería, la última estación a la espera de la alta velocidad

Menos servicios y peores conexiones ferroviarias para una provincia que se encuentra aislada

La antigua estación de tren de Almería
La antigua estación de tren de AlmeríaLa RazónLa Razón

Como testigo callada del olvido ferroviario con la provincia de Almería, la vieja estación de ferrocarril diseñada por un aventajado discípulo de Eiffel, Laurent Farge, permanece cerrada y sin uso a pesar de su consideración como una de las más bonitas de España. Hace 37 años que iniciaron los trámites para declararla Bien de Interés Cultural, pero aguarda aún esa resolución. También la restauración de su interior con 1,2 millones de euros e, incluso, que se decida el uso que va a albergar en la capital almeriense. Por allí ya no pasan pasajeros, pero es que apenas lo hacen ya en su sustituta Intermodal, ante una deriva de pérdida de servicios y descenso de frecuencias del tren en Almería que acompaña a la larga espera de la llegada de la alta velocidad.

«Si echamos un vistazo, vemos que el escenario de Almería es, con diferencia, el peor de Andalucía», señala José Carlos Tejada, representante de la Mesa en Defensa del Ferrocarril almeriense, quine lamenta el «declive de las conexiones de tren en la provincia», muy alejada de las demandas y las necesidades de una cartera de usuarios también cada vez más reducida. «No se ha recuperado la actividad de prepandemia. Teníamos un tren nocturno con Barcelona y se quitó, también esa conexión directa fue clausurada. Teníamos un tren nocturno con Sevilla y lo perdimos. Hemos trabajado con talgos antiguos y tenemos la conexión más lenta con Madrid, con más de 6 horas y media de trayecto», señala. La estación almeriense solo ofrece una conexión diaria con la capital, frente a las 8 de Cádiz, 10 de Málaga, 13 de Sevilla y hasta 28 de Córdoba.

Las obras del AVE obligan a desviar el tráfico de la A-67
Las obras del AVE obligan a desviar el tráfico de la A-67La RazónLa Razón

La situación de desmantelamiento de los servicios ferroviarios también está siendo denunciada desde organizaciones sindicales que componen los comités de centro de trabajo de las empresas ADIF y Grupo Renfe, así como de otras contratas ferroviarias de Almería. En un comunicado conjunto aseguran que existe una «disminución continuada de las infraestructuras del tren en la provincia» y que, en los últimos años, «han ido recortando de manera drástica el empleo, por falta de reposición de las bajas que se producen ante la elevada edad de las plantillas de las empresas». Critican la continua disminución de personal y la imposibilidad de acometer actividades de mantenimiento, lo que conlleva la externalización de cargas de trabajo o de no prestar servicios ferroviarios por falta de personal para realizarlo.

Ni siquiera las promesas de agilizar el fin del AVE calman ya los ánimos. Como explica Tejada, «la empresa adjudicataria debería entregar el tramo Níjar- Río Andarax en menos de dos meses y está todo bastante empantanado. Acompañamos al secretario de Estado y a la presidenta de ADIF en una visita a la zona del Acebuche y, aunque se veían ya algunos pivotes, todavía están con los movimientos de tierra. Una situación verdaderamente penosa», lamenta el portavoz de la Mesa del Tren. El Gobierno de España mantiene la fecha de 2026 para la llegada de la alta velocidad, casi una utopía materializar todos los tramos pendientes para esa puerta de entrada que será la comarca del Levante Almeriense.

En el vagón de cola del tren de nuestro país, ni siquiera cuenta Almería con servicio de cercanías con otros municipios de la provincia y, lo más grave, carece de vías de unión con toda la comarca del Poniente, dejando fuera de cualquier posibilidad a más de medio millón de habitantes de la provincia. Ni siquiera el músculo de la agricultura aproxima otra petición histórica de la comarca. Mientras la Mesa del Tren organiza la firma de una declaración institucional conjunta de los diez ayuntamientos interesados, se espera que la Junta de Andalucía se pronuncie sobre la viabilidad del proyecto que discurriría por la Sierra de Gádor y serviría también para transporte de mercancías.

Jose Antonio Barrera, miembro de la Plataforma Almeriense por un Tren Público Social y Sostenible, explica que el oeste provincial es «la única conurbación urbana, la cuarta más importante de Andalucía porque supera los 500 mil habitantes, que carece de servicios de cercanías». Con picos que superan en campaña los mil camiones diarios, «hay fondos europeos que se dedican a mejorar la huella de carbono y es una oportunidad de movilidad que estamos perdiendo. Es vital, máxime tras los problemas que se ocasionan en la A-7, por el cierre de la carretera del Cañarete y el cuello de botella de tráfico rodado que se crea a diario en el túnel de Aguadulce».

Más de un millar de personas, participaron la pasada semana en una nueva manifestación para exigir soluciones a infraestructuras indignas del siglo XXI. Un tren de cartón abría la marcha en la única gran área metropolitana andaluza sin tren ni tranvía.