Elecciones
Espadas se mira en el espejo de la remontada que lo llevó a la Alcaldía
Vincula la derrota del PSOE a que los votantes progresistas «se quedaron en casa»
Fue en mayo de 2011 cuando Juan Ignacio Zoido consiguió la mayoría absoluta más abultada de la historia democrática de Sevilla: 20 concejales. Se midió en las elecciones municipales contra Juan Espadas, que se estrenaba como candidato socialista y que tuvo que cruzar el largo desierto de la oposición en el Ayuntamiento hispalense durante cuatro años. En 2015, contra todo pronóstico, se convirtió en alcalde gracias al apoyo de Izquierda Unida y Participa Sevilla, la entonces marca municipal de Podemos. Espadas, tras revalidar la Alcaldía en 2019, dio el salto a la política regional y, tras la rotunda mayoría absoluta lograda el pasado domingo por Juanma Moreno, se aferra a ese escenario para conseguir llegar a San Telmo en el horizonte. Espadas ve posible que el PSOE retome el poder, incluso tras la holgada mayoría popular. «Estoy más fuerte que nunca porque me crezco ante las adversidades», aseguró ayer arropado por sus ocho secretarios provinciales tras la derrota, que vinculó a que los votantes progresistas «se quedaron en casa».
Espadas pidió «autocrítica», aunque esgrimió la abstención como principal causa de la debacle socialista, cosechando solo 30 diputados frente a los 33 que consiguió el partido en 2018 y que desembocó en la pérdida del poder en Andalucía tras 37 años de hegemonía socialista. La formación, por tanto, hará un «análisis postelectoral con detalle» de la derrota. «Vamos a dejar de especular y vamos a bajar al terreno a analizar cuáles son las razones de ese voto del PP hasta llevarlo a una mayoría absoluta», añadió Espadas, quien agregó que no tendrá inconveniente en compartir después con la opinión pública el resultado de ese estudio.
Sin embargo, no aludió al trasvase de votos procedente de su partido hacia el PP ni al agitado proceso orgánico que terminó con la derrota de Susana Díaz en las primarias, tras un agrio enfrentamiento con el actual líder del partido, Pedro Sánchez.
«Admito que tras conocer los resultados he dormido más tranquilo sabiendo que Vox no estará en el Gobierno andaluz», reconoció Espadas, quien defendió la campaña que ha desarrollado frente a la campaña «plana» de Moreno, del que dijo que ha puesto todo de su parte para que «no haya» una alta participación. La desmovilización de la izquierda, precisamente, fue el mismo argumento que empleó Susana Díaz en el año 2018 para explicar su derrota.
Sobre la constante presencia y apoyo de la dirección federal, de los ministros y de Pedro Sánchez en la campaña, sostuvo que han sido elecciones autonómicas, en «clave» andaluza, por lo que rechazó que los resultados tengan una lectura nacional. De hecho, insistió en que es «lógico» el apoyo que ha recibido del Gobierno y de la dirección federal, lo que justificó en la idea de que la política de Sánchez «beneficia» a los andaluces. A su juicio, el presidente del Gobierno «está sufriendo una operación de acoso y derribo y esta estrategia ha podido calar entre los votantes andaluces».
Los socialistas andaluces se disponen ahora a «resetear» al partido, a buscar los fallos de estrategia cometidos durante la campaña electoral de cara a las elecciones municipales de mayo del próximo año. Espadas subrayó, en este sentido, que su partido estará en «condiciones» de afrontar los comicios locales y de «llenar» los ayuntamientos de la comunidad de alcaldes socialistas.
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