El PSOE-A no quiere hablar de política nacional en las municipales

El PSOE andaluz se encuentra ante una encrucijada: defender abiertamente las políticas de Pedro Sánchez pero tratar de que se no hable de las decisiones del Gobierno de España de cara a las municipales de mayo. O, al menos, de las más polémicas y que centran el debate diario, como los acuerdos con ERC y Bildu o la reciente reforma del Código Penal.

El secretario general del PSOE-A, Juan Espadas, se ha desmarcado públicamente de las «discrepancias» que los presidentes socialistas de los gobiernos de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y Aragón, Javier Lambán, han manifestado respecto a la reforma del Código Penal promovida por el PSOE y Unidas Podemos para suprimir el delito de sedición y modificar el de malversación, y ha remarcado que el PSOE andaluz seguirá siendo «un pilar sólido» en apoyo tanto del PSOE federal como del Gobierno de España que preside Pedro Sánchez.

De cara a las municipales, la consigna de los socialistas andaluzas es otra. El mismo Espadas ha dicho en una entrevista con Europa Press que trabaja “exclusivamente en el apoyo a una estrategia que dé el foco al trabajo que se hace desde lo local, desde cada una de las candidaturas municipales, e intentar no caer en la trampa de la derecha, que es hablar exclusiva, permanentemente, de la política nacional».

La posición de Espadas es clara. Orgánicamente, su liderazgo en el PSOE andaluz está alineado con la actual dirección nacional y los resultados electorales cosechados en las últimas elecciones autonómicas no le permiten marcar distancias. Por tanto, mantendrá un discurso de apoyo sin fisuras a las políticas de Sánchez mientras tratará de huir de los debates nacionales porque es consciente de que pueden pasarle factura a muchos candidatos socialistas en las elecciones municipales.

Según el actual secretario general de los socialistas andaluces, «un vecino y un candidato de cualquier pueblo o ciudad, grande o pequeña, de Andalucía se merece, y en democracia deberíamos respetarlo, su propio debate», en el que cada aspirante «dice lo que aporta, lo que quiere, lo que se compromete a hacer, y un vecino tiene que elegir lo que considera entre lo que se presenta». «Y eso debemos respetarlo y, desde luego, intentaré preservarlo», ha argumentado.

El objetivo del PSOE andaluz es complicado: repetir o mejorar los resultados electorales de mayo de 2019, cuando se erigió en el partido más votado en Andalucía, con más de 1,4 millón de votos, el 36,88 por ciento del total. Los socialistas gobiernan en más de 450 ayuntamientos de los casi 800 que hay en la comunidad. Espadas no se pone de perfil y ha asegurado que se implicará «a tope» en esta campaña: la cuestión es si su estrategia será acertada o no.