Semana Santa

Almería: Una oportunidad para vivir lo mejor de la Semana Santa sin aglomeraciones

La capital almeriense cuenta con 26 hermandades con pasos e imágenes de alto valor artístico y patrimonial

Encuentro entre la Virgen, la Verónica y Jesús Nazareno en la Plaza Circular
Encuentro entre la Virgen, la Verónica y Jesús Nazareno en la Plaza CircularAyuntamiento de Almería

La Semana Santa es una de las festividades más esperadas y en Almería no es una excepción. La capital más oriental de Andalucía, conocida por su impresionante paisaje desértico, sus invernaderos solares que la han convertido en la huerta de Europa o su excelente clima, se consolida en estas fechas como un destino lleno de tradición, patrimonio cultural y espiritualidad.

La pasión, muerte y resurrección de Jesús en Almería –Semana Santa declarada de Interés Turístico Nacional en 2019– tiene importantes raíces históricas. Las 22 hermandades de penitencia y cuatro de gloria organizan sus salidas procesionales portando pasos que son verdaderas obras de arte que realizan estación de penitencia a la Catedral de Almería. Estas imágenes, la mayoría de ellas talladas en madera y vestidas con bordados únicos, son el reflejo de la devoción y el talento artístico de Andalucía.

Cada cofradía pone especial esmero en la preparación de sus salidas y cuidan hasta el más mínimo detalle de los pasos, los exornos florales, la música y el orden del cortejo. La luz de los cirios, el aroma a incienso y el sonido de las marchas procesionales componen una atmósfera sobrecogedora que transporta a los fieles a una dimensión de profunda espiritualidad. En su recorrido por el centro histórico de Almería, con sus calles estrechas y rincones escondidos, se entrelazan con la arquitectura monumental de la ciudad, como la mencionada Catedral fortaleza o la milenaria Alcazaba, huella indeleble de su pasado musulmán. La unión de historia, arte y fe crea un ambiente especial y de recogimiento que se siente en cada plaza o rincón porque la cercanía –sin aglomeraciones– es una de las características principales de esta Semana Santa.

Señas de identidad

La Borriquita (Domingo de Ramos), acompañada por centenares de niños ataviados de hebreo; la austeridad del Perdón (Martes Santo); el Prendimiento (Miércoles Santo), una de las más hermosas y tradicionales, con gran devoción popular, especialmente al Cautivo, el «Señor de Almería»; El Encuentro (Jueves Santo), con la gran carga simbólica que refleja el encuentro entre la Virgen, la Verónica y Jesús Nazareno en la Plaza Circular; el Cristo de la Escucha o La Soledad (Viernes Santo), una de las noches más especiales para los almerienses en la que las saetas se suceden al paso de la Virgen de los Dolores; son algunas de las procesiones que se han convertido en seña de identidad de la Semana Santa almeriense y ante las que es difícil no emocionarse.

Hermandad del Perdón frente a la Catedral de Almería
Hermandad del Perdón frente a la Catedral de AlmeríaAyuntamiento de Almería

Por estos motivos, la Semana Santa de Almería es un acontecimiento único, de gran belleza y solemnidad. Es un orgullo para la ciudad y para todos los que a lo largo del año se entregan con devoción a esta manifestación de fe que deja una huella imborrable en el corazón de quienes la viven. Se trata de un tesoro del patrimonio cultural y religioso almeriense que merece ser visitado al menos una vez en la vida.

A un paso de la playa

La Semana Santa de Almería Ciudad es tradición y religiosidad, pero también es un motor de impulso para la economía y el turismo. Hoteles, restaurantes y comercios ven incrementada su actividad gracias a la afluencia de visitantes que llegan para sentir esta celebración, pero también el suave clima almeriense, con una temperatura media anual de 19 grados, de la cercanía de los paisajes naturales no masificados de Cabo de Gata, que permite disfrutar, a solo un paso, de sus playas urbanas por la mañana y de las procesiones por la tarde, de la riqueza de su gastronomía de kilómetro cero y, por supuesto, de la hospitalidad de sus gentes.

La pintoresca Iglesia de las Salinas en Cabo de Gata
La pintoresca Iglesia de las Salinas en Cabo de GataAyuntamiento de Almería

La hostelería ofrece platos típicos, como el potaje de Semana Santa, los buñuelos de bacalao o los dulces tradicionales, como los roscos, los pestiños, las torrijas o la leche frita, toda una experiencia culinaria que complementa la riqueza cultural de esta festividad.

Pero Almería no son solo procesiones y buenas tapas que se sirven gratis con la bebida. También ofrece un gran abanico de posibilidades para todos los gustos. Desde visitas guiadas que explican la historia de las cofradías o de la ciudad hasta un recorrido por el recientemente rehabilitado Mirador de San Cristóbal, atalaya de la ciudad, o sobre el mar por el Cable Inglés, símbolo de su pasado industrial, pasando por el extraordinario Ciclo de Música Sacra en los templos de la capital.

El rehabilitado Mirador de San Cristóbal
El rehabilitado Mirador de San CristóbalAyuntamiento de Almería

El Área de Turismo del Ayuntamiento de Almería continúa potenciando la llegada de visitantes en esta época del año, como con el acuerdo con la Diócesis para que los templos del Centro Histórico puedan ser visitados con guías profesionales, o para que los cruceristas que arriben a la ciudad tengan la oportunidad de conocer las distintas casas de hermandades y su patrimonio: las insignias, las imágenes y la riqueza que atesora este museo al aire libre que supone la Semana Santa, donde cada rincón cuenta una historia y cada procesión es testimonio de la devoción de los almerienses.

Curiosidades

Entre las muchas curiosidades que esconde la Semana Santa de Almería, una de las más bonitas tiene que ver con sus hermandades, que son mucho más que agrupaciones religiosas. La Hermandad de la Soledad, que sale a la calle el Viernes Santo, es una de las más antiguas de la ciudad, con raíces que se remontan al siglo XVII. Su Virgen despierta gran devoción no solo por la sobriedad de su paso, sino porque durante décadas ha sido considerada como la imagen del duelo y del silencio en Almería. Mucha gente mayor la recuerda como la gran procesión de su infancia.

Y luego se encuentra la Hermandad de los Estudiantes, que tiene una historia muy peculiar. Nació en el año 1944 gracias a un grupo de jóvenes universitarios, lo que ya de por sí le da un aire distinto, más fresco, pero sin perder la seriedad. Su Virgen, María Santísima del Amor y la Esperanza tiene una expresión serena, nada desgarrada, como si quisiera transmitir consuelo en vez de dolor. Es una hermandad muy querida entre los jóvenes y mantiene un fuerte lazo con la comunidad universitaria. Es una de las pocas hermandades que sobrevivió a la crisis de los 70 en esta capital andaluza y, menos el año de la pandemia, siempre ha realizado su salida procesional.