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Almería resiste a la campaña agrícola más cara

La inflación atenúa los beneficios del campo en un año de gran facturación y «extraordinarios precios» por kilo

Invernadero de tomates en la provincia de Almería
Invernadero de tomates en la provincia de AlmeríaLa RazónLa Razón

La agricultura almeriense ha facturado un 31% más esta campaña, pero un aumento de hasta el 26% en los costes de producción ha evitado un beneficio extraordinario para los productores. Según desvelan los sucesivos balances hechos públicos estos días, la situación internacional y un descenso en la producción debido a la extraña meteorología han mermado unos márgenes comerciales que, pese a todo, siguen siendo positivos para el modelo almeriense.

«De no ser por los elevados costes de producción, estaríamos hablando de una de las mejores campañas de la última década». Luis Miguel Fernández Sierra, gerente de la Asociación de Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas de Almería (Coexphal), explica que «en términos generales se ha podido trasladar ese encarecimiento de los insumos al precio de los productos, teniendo un beneficio aceptable». El valor medio de las verduras y frutas almeriense ha llegado a subir hasta un 37% esta campaña, con picos de un 128% en la sandía y el melón o del 46% en el tomate. «Tener esta campaña un menor volumen, con el descenso del 6% en el total de la producción, ha contribuido a la mejora de los precios. No obstante, el incremento de los costes ha dificultado convertir este aumento extraordinario de los precios en beneficio de forma desahogada», añade

El sector también se ha enfrentado a la huelga de transportes y la guerra de Ucrania. Fernández señala que han sabido adaptarse «en una situación de incertidumbre cumpliendo las demandas de los mercados internacionales». «Viendo únicamente la evolución de los precios e ingresos, esta ha sido la mejor de muchos años, superando al ciclo 2016-17, cuando las heladas de invierno provocaron fuertes subidas de las liquidaciones en origen», recuerda. Sin embargo, en algunos productos los precios no han llegado a compensar los incrementos de costes, como el pimiento y la berenjena. Una campaña «inusual» en la que «a los problemas clásicos del cultivo se han unido circunstancias extraordinarias, como la inflación». Los productores temen ahora que las adversidades se prolonguen en el tiempo, ya que «el riesgo radica en conocer si el nivel de costes permanecerá estructuralmente alto y si los precios podrán seguir el mismo camino», advierten desde Coexphal.

La organización agraria Asaja apunta también en su balance de campaña desafíos como las inclemencias meteorológicas o las alteraciones de los flujos comerciales: «Los gastos corrientes han aumentado en un 30,8%, lo que supone un incremento del gasto de 16.516 euros de media por hectárea», dice su presidenta provincial, Adoración Blanque. Los aumentos más significativos han sido en fertilizantes, energía, plástico y materiales, a los que la patronal agrícola añade los gastos de amortización de invernaderos para elevar la cifra hasta un 34,5% más que el pasado año. «En el periodo se constata una caída del 17,5% en la producción, pero también un aumento de valor del 8,5%. Un año atípico que podría haber sido rentable para el agricultor, pero los altos costes han deslucido», concluye Blanque.

Por su parte, la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) pone el foco en «la falta de lógica» en el incremento de precios entre origen y destino, con variaciones de hasta el 265% en la sandía. Creen que, un año más, se está incumpliendo la Ley de Cadena Alimentaria en la fruta de verano y que se impone la «venta a resultas». Piden que se endurezcan los controles en la venta de alimentos frescos.

Precisamente el sector espera ya la concreción de uno de los anuncios del presidente andaluz en su primer debate de investidura, el Plan Integral de Frutas y Hortalizas. «Y elaboraremos una Ley de Fomento de la Producción Ecológica, un sector en el que somos líderes, casi cinco puntos por encima del objetivo que marca la UE para 2030», dijo Moreno. Desde COAG, su secretario provincial y responsable nacional de frutas y hortalizas, Andrés Góngora, afirma: «Los cambios tienen que concretarse en la estrategia de comercialización que anunciaron en la anterior legislatura. Que se materialice el avance, la modernización en el comercio, en la línea de lo manifestado recientemente por la consejera». Se refiere a la plataforma de comercialización Agrointel, presentada por Carmen Crespo para «facilitar la toma de decisiones en la producción, distribución y comercialización por parte del sector agroalimentario».

En cuanto a la apuesta por el crecimiento en cultivo ecológico, COAG especifica: «Está claro que somos líderes, pero es una producción en entredicho actualmente, sin rentabilidad, sin mercado y sin precio. Detectamos cierto agotamiento en la fórmula y encontramos que se vende a un precio convencional».