María del Mar Vázquez, diálogo para una Almería «turística todo el año»

Un proyecto «centrado en las necesidades reales de los almerienses» donde «la gestión municipal sea dialogante, resolutiva y cercana». La nueva y primera alcaldesa de Almería, María del Mar Vázquez Agüero, apelaba al entendimiento en su discurso de investidura para conseguir una «ciudad abierta y deslumbrante». Anunciada ya por el presidente de la Junta de Andalucía y del PP regional, Juanma Moreno, como candidata de su partido para las próximas elecciones municipales, la regidora superó una votación a la que también presentaron candidatura el resto de portavoces de Vox, Cs y PSOE. Con mayoría simple tendrá que gobernar hasta 2023, tras validar el voto a favor de uno de los dos concejales no adscritos. Pero la «búsqueda de consenso», «la colaboración» de una «oposición leal y constructiva» y asegurar que «nunca me verán instalada en la negación del desacierto o en la crítica», fueron algunos de los ejes de un discurso de presentación en el que se atisban lo que serán sus principales desafíos.

Regidora en funciones desde la renuncia del nuevo consejero de Sostenibilidad, Ramón Fernández Pacheco, María Vázquez hereda proyectos ya en marcha y que tendrán continuidad, como el Plan Estratégico Almería 2030, la transformación del entorno de la Alcazaba, la llegada del AVE, el soterramiento de las vías del tren o el cambio definitivo en el propio edificio consistorial. Los portavoces de la oposición le restaron apoyo ante los «incumplimientos» de su antecesor para esos y otros compromisos. Asume el cargo con críticas sobre el estado de la limpieza o la gestión de servicios de mantenimiento, además de obligaciones de pago de sentencias judiciales millonarias para el ayuntamiento, la desecación de Las Salinas o la intención de trasladar ‘El Pingurucho’ aún sobre la mesa, acumuladas varias paralizaciones cautelares. Sin embargo, el mismo Fernández Pacheco destaca en Vázquez la «madurez, preparación y sentido de la responsabilidad» necesarios, para «pilotar el cambio y abrir una nueva etapa» en el gobierno. Proyectos en marcha que seguirán, porque la primera edil los considera «necesarios» para convertir Almería en una «ciudad receptora de turismo de calidad durante todos los meses del año». Son obras «que necesitamos acelerar por todos los medios posibles», se ha comprometido la alcaldesa, que mantiene una corporación sin cambios destacables en su equipo de Gobierno, excepto por la incorporación de dos nuevos concejales en sustitución de aquellos que han recogido acta parlamentaria tras las elecciones andaluzas.

Por delante tiene también la negociación con las administraciones central y autonómica para la conclusión de obras de desalación, depuración o de recuperación ambiental en la desembocadura del Andarax, así como terminar de enlazar los trazados del Paseo Marítimo y Paseo de Ribera, al otro lado del cauce. Aunque María Vázquez otorga a su predecesor el «giro determinante en la historia» de la ciudad y un «cambio definitivo en la percepción» que los almerienses tienen de la administración municipal; pretende «abrir una nueva etapa» en la que reitera un «potencial turístico» aun por explorar.

Mientras, el PSOE almeriense incide en la necesidad de incrementar las políticas de servicios sociales para «que no existan diferencias» en las inversiones para los distintos barrios. Su portavoz, Adriana Valverde, explicó que «la creación de empleo y emprendimiento tiene que ser un eje en la actuación del Gobierno local», comprometiéndose a solicitar «planes de empleo propios, que ayuden a los desempleados» e «iniciativas que ayuden a crecer a sectores estratégicos como la agricultura, el turismo y el comercio». Aunque el propio presidente andaluz afirmaba tras la investidura la llegada de «un paquete de bajada de impuestos para facilitar la situación actual» a las familias más vulnerables y a la pequeña y mediana empresa, la finalización de los planes municipales Reactiva 20 y Reactiva 21, llevados a cabo durante los años de pandemia, podrían tener continuidad ante la subida de la inflación y los estragos de la crisis de la energía en Almería.

Pero el primer gran reto para la primera alcaldesa de Almería se presentará en apenas unos meses, con la negociación de lo que serán los presupuestos para el próximo año. «Sé que no voy a caminar sola. Sé que voy a ir de la mano de cuantos quieran sumar y aportar a ese proyecto de ciudad que nos une a todos, porque caminar no es sólo avanzar, también es acompañar, escuchar, entender y saber esperar».

Tiene el apoyo de su partido y se enfrenta ahora a gobernar el tercer consistorio más liberal en materia económica de las grandes ciudades españolas. El índice elaborado por la Fundación para el Avance de la Libertad valora la creación de entornos financieros para atraer empresas y situaba al Ayuntamiento de Almería sólo por detrás de Alicante y Santa Cruz de Tenerife, en su valoración anual sobre condiciones para generar empleo y reducir tasas e impuestos.