Tribunales
Le rompen la mandíbula a un joven en Almería que pidió a otro que no le lanzara petardos mientras iba en la moto
El agresor ha sido condenado a un año de prisión y deberá indemnizar a la víctima con 9.396 euros por las lesiones sufridas y 7.166,22 euros por las secuelas
El Juzgado de lo Penal número 5 de Almería ha condenado a un hombre a un año de prisión por propinar varios puñetazos y patadas a un joven que le recriminó el lanzamiento de petardos en una glorieta de Níjar (Almería), causándole una doble fractura mandibular que requirió intervención quirúrgica.
Según la sentencia, a la que ha tenido acceso EFE, los hechos se produjeron sobre las 22:35 horas del 16 de enero de 2020, cuando la víctima circulaba en ciclomotor junto a un amigo por una glorieta, en la barriada de San Isidro. Alguien les lanzó varios petardos, por lo que el joven se detuvo para recriminar su actitud a un grupo de personas no identificadas.
Fue entonces cuando el acusado, sin mediar palabra, le golpeó en la cara con dos puñetazos. Posteriormente, acompañado de un menor, continuó agrediéndolo a base de patadas, lo que provocó lesiones graves que incluyeron fracturas completas y desplazadas en ambas ramas de la mandíbula y múltiples contusiones.
El joven necesitó una primera asistencia médica urgente y una intervención quirúrgica para la reducción y osteosíntesis de las fracturas. El proceso de curación se prolongó durante 172 días, diez de ellos considerados de perjuicio grave y 162 de carácter moderado. Como secuela, le quedó una osteosíntesis permanente en el maxilar inferior.
El acusado negó los hechos en el juicio, aunque admitió haber estado en el lugar y la hora en que se produjeron. Alegó que no conocía a los implicados y que simplemente pasaba por allí cuando vio cómo se desarrollaba una pelea, sin participar en ella.
Frente a su versión, el tribunal da plena credibilidad al testimonio de la víctima, al que califica de “firme, serio y contundente”, y que ha sido persistente durante todo el procedimiento. Además, su relato fue respaldado por un testigo presencial, amigo del agredido, quien también fue golpeado y retenido durante el ataque, aunque no llegó a recibir atención médica ni presentar denuncia.
Ambos reconocieron al agresor durante una rueda de reconocimiento fotográfico, identificándolo sin género de dudas como la persona que le propinó los golpes.
La magistrada concluye que el conjunto de la prueba practicada, incluidas las documentales y médicas, es suficiente para desvirtuar la presunción de inocencia del acusado y acreditar su responsabilidad penal en un delito de lesiones.
Además de la pena de prisión, el condenado deberá indemnizar a la víctima con 9.396 euros por las lesiones sufridas y 7.166,22 euros por las secuelas. La sentencia puede ser recurrida en apelación ante la Audiencia Provincial de Almería