Tribunales

Un tatuaje permite condenar a un atracador de lavanderías de El Ejido

La Audiencia subraya que la condena se fundamenta "esencialmente" en el testimonio de dos policías nacionales

Audiencia Provincial de Almería
Audiencia Provincial de AlmeríaEUROPA PRESSEUROPA PRESS

Un tatuaje ha permitido confirmar la condena de cuatro años y cinco meses de prisión impuesta a un hombre que perpetró varios atracos con el rostro cubierto con una capucha y una mascarilla en lavanderías de El Ejido (Almería).

La sentencia de la Audiencia de Almería ratifica la del Juzgado de lo Penal número 5 de Almería, que declaró probados unos hechos que tuvieron su inicio sobre las 20:36 horas del 30 de noviembre de 2020, cuando el acusado se dirigió a uno de estos establecimientos.

El hombre entró en este local, abierto al público las 24 horas, y forzó con una palanca la caja de cambio del establecimiento mientras cubría su rostro con las prendas anteriormente citadas. Aquí, se apoderó de 500 euros.

Apenas veinticuatro minutos más tarde, y de la misma forma, se dirigió a otra lavandería en la que intentó repetir el asalto anterior, aunque en esta ocasión no logró apoderarse del dinero, si bien causó daños en varios ladrillos de la tabiquería del comercio, tasados en 2.236,90 euros.

Al día siguiente, regresó al primer local y nuevamente violentó la máquina de cambios, de la que extrajo 15 euros, si bien provocó daños valorados en 798,60 euros.

De esta forma, fue condenado en instancia a cuatro años y cinco meses por un delito continuado de robo con fuerza en establecimiento público, con la "circunstancia agravante de disfraz", así como al pago de una indemnización de 515 euros al dueño de la lavandería de la que sustrajo con éxito el dinero en dos ocasiones.

La sentencia fue recurrida en apelación, y ahora los magistrados de la Audiencia subrayan que la condena se fundamenta "esencialmente" en el testimonio de dos policías nacionales y en "el excelente y completo atestado realizado para determinar la autoría de los hechos".

"Nos hubiera bastado, al ser conocido de ellos, que nos señalaran que lo pueden identificar sin más, pero es que el día de su detención el acusado llevaba la misma ropa, que esta Sala también puede apreciar, que cuando cometió los hechos, incluidas las zapatillas de deporte. A ello hemos de señalar también el tatuaje que observan los agentes en los fotogramas de los hechos, coincidente con el del acusado", concluyen