Narcotráfico
Intervienen “arsenal de guerra” al narco que arrolló a tres policías en Cádiz
La ‘Operación Mosquito’ ha permitido arrestar a dos personas y se busca al copiloto del vehículo que invistió contra los agentes
La Policía Nacional ha intervenido un auténtico “arsenal de guerra”, con una veintena de armas preparadas para disparar, al narcotraficante detenido por haber arrollado con su todoterreno a tres agentes en un dispositivo en una zona rural de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz).
En una rueda de prensa con la presencia del comisario provincial, Santos Bernal, la Policía ha presentado los detalles de esta operación, que ha denominado ‘Operación Mosquito’, por haberse realizado junto a unas marismas plagadas de insectos, que han permitido arrestar, de momento, a dos personas, mientras que se busca al copiloto del vehículo que embistió contra los agentes.
Los hechos ocurrieron el pasado 28 de julio, cuando tras un mes de pesquisas, los policías trataron de interceptar al vehículo que había cargado droga en la zona del Guadalquivir por la zona de La Algaida, pero, lejos de detenerse, el conductor aceleró y chocó por dos veces contra el coche patrulla, aunque los tres policías lograron saltar del vehículo antes.
“Parecía un tren”, ha asegurado el inspector jefe de la UDYCO en Cádiz Ignacio Vega, quien cree que el todoterreno pudo alcanzar, según el testimonio de los agentes, más de cien kilómetros por hora antes de chocar contra el coche policial.
El conductor y copiloto pudieron huir por las marismas, pero, al día siguiente, la Policía, que los tenía plenamente identificados, pudo detener al conductor en un hotel de Jerez.
Se trata de un hombre de 33 años, con antecedentes por narcotráfico y con residencia habitual en el municipio vecino de Chipiona, que fue detenido junto a otra persona, también vinculada al alijo, aunque el copiloto, también identificado, sigue en paradero desconocido.
Lo más llamativo de la operación se encontró en el registro de su vivienda prefabricada en una finca de Chipiona, donde la unidad canina localizó una veintena de armas entre pistolas, revólveres, escopetas de dos cañones, una pistola de bolsillo y un subfusil de asalto.
“Es un auténtico arsenal de guerra, que no habíamos encontrado hasta ahora en esta zona”, ha subrayado Vega, quien ha incidido en la peligrosidad de esta banda, puesto que el conductor tenía en el todoterreno que usó para la carga de la droga una pistola con una bala en la recámara preparada para disparar.
Para su localización fue fundamental la participación de Pipo, un perro de agua, que fue el que, mediante el olor, localizó una caja fuerte y parte del armamento.
Además, se ha intervenido dinero en metálico, joyas, documentación con anotaciones y ropa oscura junto a varios pasamontañas, y 30 fardos de hachís con un peso de 770 kilos, que podrían haber alcanzado en el mercado cuatro millones de euros.
La operación, coordinada por el juzgado número uno de Sanlúcar de Barrameda, continúa abierta para estudiar la procedencia y origen de las armas, si alguna tiene conexión con algún delito de sangre cometido anteriormente y para localizar al copiloto que participó en el ataque contra los policías.
Los otros dos detenidos están ya en prisión por orden del juzgado, acusado, en el caso de conductor, de delitos de tentativa de homicidio, daños, tráfico de drogas y tenencia ilícita de armas.
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