Patrimonio
Un centro cultural de referencia en Europa
El contenido museográfico de las Atarazanas se centrará en las relaciones de Sevilla con América, con las nuevas tecnologías como punta de lanza
Ocho siglos contemplan las siete naves –originariamente eran 17– de las Atarazanas de Sevilla, un histórico edificio que ha sido sometido a una profunda rehabilitación y que acogerá, a partir del verano del próximo año, un centro cultural de referencia en Europa vinculado a las relaciones de la ciudad con América. Es lo que aseguraron ayer las instituciones y entidades implicadas en su recuperación –Junta de Andalucía y Fundación La Caixa– tan solo un día después de que el Consejo de Gobierno de la Junta se reuniera en este espacio, dando así por finalizadas unas obras que comenzaron en el año 2022.
El antiguo astillero, fundado por Alfonso X El Sabio en 1252, acogerá una ambiciosa programación en la que destacarán las nuevas tecnologías. La Fundación Cajasol, concesionaria del espacio, llevará a cabo un plan museográfico que tendrá como eje principal la relación de Sevilla con el río Guadalquivir y el Nuevo Mundo. De esta manera, las Atarazanas se convertirán en un polo cultural de primer orden, un recinto enclavado en pleno centro de la ciudad y a escasos metros de otros monumentos tan emblemáticos como la Catedral o el Alcázar.
En el acto estuvieron presentes la consejera de Cultura y Deporte, Patricia del Pozo; el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz; el subdirector general de Cultura y Territorio de la Fundación La Caixa, Rafael Chueca; y el presidente de la Fundación Cajasol, Antonio Pulido. Para la consejera, la recuperación de este edificio «es, sin duda, el más importante logro patrimonial de Sevilla en el siglo XXI. Gracias a la colaboración entre la Junta de Andalucía, titular del edificio desde 1993, y la Fundación La Caixa, los ciudadanos podrán disfrutar de un inmueble de indudables valores históricos y arquitectónicos a los que la Fundación Cajasol dotará ahora de un uso cultural ganando un espacio excepcional clave en el devenir de la ciudad en los últimos ocho siglos». «Hemos recuperado con mimo y respeto el mayor edificio civil medieval de Sevilla, propiciando el reencuentro de los andaluces con uno de sus mejores monumentos», señaló Del Pozo, subrayando que «damos cumplimiento a la tutela efectiva sobre el patrimonio con la recuperación de un espacio urbano imprescindible en un entorno patrimonio mundial que contribuirá al desarrollo de un nuevo eje cultural hacia el río Guadalquivir».
A juicio de la consejera, el proyecto de intervención «ha abordado la conservación de la materialidad de un monumento único, mejorando nuestro conocimiento sobre el inmueble y realzando sus valores culturales con la intervención arqueológica y la aportación contemporánea». Asimismo, «la propuesta aporta un uso público y cultural de gran interés para toda la ciudad en el entorno de un espacio con la máxima calificación patrimonial».
Chueca, por su parte, señaló que las Atarazanas se convertirá «en un monumento abierto a toda la ciudadanía y en un espacio cultural de referencia en el centro histórico de la capital andaluza». Pulido, de su lado, recordó que la Fundación Cajasol gestionará los contenidos «de este espacio único en el mundo, diseñado como puente de unión y diálogo con América». «Historia, patrimonio y tradición, pero también innovación, tecnología, investigación, arte y actividad económica. Desde aquella exposición universal de Sevilla que nos abrió al mundo de nuevo, 500 años después, no se había puesto en marcha una herramienta estratégica de la dimensión y el alcance de las Atarazanas».
La intervención ha estado encaminada al reconocimiento, recuperación, restauración y puesta en valor de todas las etapas históricas y constructivas del monumento. Destacan la recuperación del muro de barbacana, la consolidación de las fábricas de ladrillo y azulejo y el mantenimiento de las cerchas originales.