Innovación

Hydra DPP: El «carné de identidad» que pronto llevarán todas las baterías

La plataforma «made in» Málaga permitirá a las empresas implantar esta tecnología que será obligatoria en 2027

La plataforma permitirá a las empresas adaptarse a la nueva normativa
La plataforma permitirá a las empresas adaptarse a la nueva normativaLa Razón

A partir de 2027, ninguna batería industrial ni de vehículo eléctrico podrá comercializarse en la Unión Europea (UE) sin un «pasaporte digital» que acredite el origen de sus materiales, la huella de carbono de su fabricación y su potencial de segunda vida tras el reciclaje. Por ello, la cuenta atrás -menos de un año y medio- está acelerando la adaptación del sector, que encara un cambio regulatorio sin precedentes. En este contexto, desde la incubadora tech «Launch4» surge «Hydra DPP», una plataforma tecnológica que promete facilitar la transición hacia este nuevo escenario.

La idea es sencilla de explicar y muy compleja de llevar a cabo: que cada batería tenga su identidad digital, accesible a través de un código QR y que esa información viaje de forma segura por toda la cadena de suministro. Desde el fabricante hasta el taller, pasando por el distribuidor o el reciclador, todos podrán acceder a los datos que hagan falta sin perder trazabilidad ni fiabilidad. «Los fabricantes sienten la presión de adaptarse a las nuevas reglas», reconoce Luna Gutiérrez, una de las responsables del proyecto, que adelanta que «nuestro objetivo es que este cambio no sea una carga, sino una oportunidad para que haya más transparencia, eficiencia y un impulso real de la economía circular».

Hydra DPP utiliza blockchain para verificar los datos, se integra con los sistemas habituales de gestión de las empresas y está alojada en la nube, lista para «escalar», insisten desde la incubadora, en un sector que no deja de crecer. Pero detrás de la tecnología hay también un equipo que, desde Málaga, lleva más de dos años investigando y construyendo. «Convertir normas europeas en algo práctico para las empresas y comprensible para la sociedad es un reto enorme, pero lo estamos consiguiendo», apunta Lucía López, encargada del lanzamiento.

Asimismo, lo interesante de Hydra DPP es que, además de responder a una obligación legal, abre una nueva manera de relacionarnos con nuestro entorno. Igual que un coche tiene matrícula o un ciudadano un DNI, las baterías contarán con un historial público que permitirá saber qué impacto tienen en el planeta.

La movilidad eléctrica, la producción industrial y hasta la forma en que reciclamos están a punto de cambiar. Ante este paradigma, herramientas como Hydra DPP buscan hacer ese cambio un poco más fácil, humano y sostenible.

Horizonte 2030

La revista Nature Energy estima que la demanda de baterías en la Unión Europea (UE) podría superar los 1.000 GWh anuales en 2030, más del doble de la capacidad actual de producción instalada. En paralelo, cifras de Eurostat muestran que la UE depende en más de un 75% de terceros países para abastecerse de «materias primas críticas», y que en 2023, última fecha registrada, el 94% de las «tierras raras» importadas–como se conoce a un grupo fundamental para las baterías de 17 elementos químicos–procedieron de China.

A este reto se suma el «Critical Raw Materials Act» aprobado por la Comisión Europea, que fija para 2030 el objetivo de cubrir un 10% de la demanda con extracción local, un 40% con procesamiento en suelo europeo y un 15% mediante reciclaje. Este crecimiento hace aún más urgente garantizar trazabilidad y transparencia en toda la cadena de valor. De ahí que Bruselas impulse normas estrictas para saber el origen de materiales como el litio o el cobalto y asegurar su reutilización y reciclaje.

El «pasaporte digital» permitirá precisamente eso, ofrecer información verificable sobre la procedencia y la huella ambiental de cada batería para reducir la dependencia exterior y facilitar la economía circular en la UE.