El Consejo de Doñana abordó uno de los temas más polémicos de las últimas décadas. El Parque Natural de Doñana, Patrimonio de la Humanidad y Reserva de la Biosfera por la UNESCO, albergará un almacén de gas natural en su subsuelo si el Gobierno de España no da marcha atrás. Ya acabó el periodo de alegaciones para este proyecto, denominado «Sondeo Marismas 3NE». El Consejo de Participación del Espacio Natural de Doñana acordó proponer al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) actualizar las posibles afecciones del proyecto a las masas de aguas subterráneas y al Espacio Natural de Doñana. Asimismo, se acordó que el Gobierno central comunique a la Comisión Europea el procedimiento de solicitud de autorización del sondeo Marismas-3NE, cuya evaluación ambiental que amparó el proyecto inicial de almacenamiento de gas data del año 2010, a fin de reforzar la transparencia y el cumplimiento con la normativa comunitaria en materia ambiental.

La información será trasladada al Centro de Patrimonio Mundial de la UNESCO, para su conocimiento y revisión, en base a las recomendaciones de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) sobre evaluaciones ambientales aplicables a bienes del Patrimonio Mundial. También se solicitará al MITECO que se informe al Consejo de Participación del Espacio Natural de Doñana sobre las actuaciones que se realicen relativas al acuerdo adoptado en el Pleno. Las propuestas buscan extremar las garantías de protección ambiental del Espacio Natural de Doñana.

El presidente del Consejo de Participación, Enrique Mateos, señaló: «Hemos tenido un intenso debate en el que hemos tenido puntos de vista muy importantes, muy útiles por parte de profesores de distintas universidades públicas que nos han dado una visión global sobre la hidrogeomorfología y del espacio y los potenciales riesgos que podrían tener el proyecto, así como una visión relativa a la ecología del arroyo de El Partido, muy cercano a la zona en la que está esta instalación gasística». «No podemos olvidar que han pasado muchos años desde que en 2010 se le concedió Declaración de Impacto Ambiental (DIA) positiva de este proyecto, el conocimiento científico ha aumentado y, en base al principio de cautela y precaución, siempre es bueno persistir y revisar que todo se mantiene tal cual se autorizó», indicó. Sobre la situación del enclave, el presidente del Consejo de Doñana recalcó que «hay que seguir trabajando» pese «a los niveles adecuados de lluvia». El Consejo de Participación de Doñana también dio el visto bueno a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir a tres proyectos de restauración fluvial del entorno.