Roba 150 objetos tecnológicos en Barcelona y es detenido en Granada por la geolocalización

La Guardia Civil ha detenido en Granada al conductor de un camión que transportaba más de 150 objetos robados, drones, televisores y ordenadores valorados en más de 100.000 euros que llevaba a Marruecos, hasta que ha sido descubierto por el geolocalizador de una de las tabletas sustraídas en Barcelona.

Según ha informado este cuerpo armado, el detenido es un camionero marroquí de 38 años acusado de tres delitos de hurto y que fue localizado con efectos y aparatos electrónicos cuya procedencia no ha podido explicar.

Una llamada a la Guardia Civil el pasado 1 de febrero activó la operación.

En ella, una mujer informaba que días atrás le habían quitado su bolso en Barcelona y con él se habían llevado un ordenador y una tableta electrónica valorados en 3.000 euros y añadía la aplicación de geolocalización que tenía instaladas situaba el dispositivo cerca de una estación de servicio de Huétor Tájar (Granada).

Una patrulla se trasladó hasta ese punto, hizo una criba entre los posibles camiones y se fijó en el del detenido, que dormía en el interior y que no supo decir si llevaba o no un ordenador, tras lo que facilitó el registro del vehículo.

Durante la inspección del habitáculo del camión, los agentes observaron que escondía en varios huecos una gran cantidad de ordenadores portátiles, teléfonos móviles, tablets y otros aparatos electrónicos cuya titularidad no pudo acreditar.

Entre esos objetos, que transportaba hacia Marruecos, estaba la tablet de la víctima de Barcelona.

La Guardia Civil ha averiguado la titularidad de algunos dispositivos más que también sustrajo en Barcelona, lo que ha permitido atribuirle otros dos delitos de hurto.

Queda por delante un arduo trabajo para localizar a los titulares del resto de efectos intervenidos, en concreto 95 teléfonos móviles, 45 ordenadores portátiles, 14 tablets, un proyector, un dron, un objetivo de cámara fotográfica y una televisión.

En el camión transportaba además un volante para videoconsola, un proyector y varios pares de botas y zapatillas deportivas, todo ello con un valor calculado en más de 100.000 euros.