DANAs
La Junta evaluará las obras de protección ante inundaciones
El diagnóstico final del estado de conservación permitirá adoptar «medidas de gestión» sobre motas y diques que afectan a la defensa en un 7% de núcleos urbanos
La Junta de Andalucía evaluará en 2025 las obras hidráulicas longitudinales de protección frente a avenidas existentes actualmente en las tres demarcaciones hidrográficas internas de la comunidad autónoma: Cuencas Mediterráneas Andaluzas, Guadalete-Barbate y Tinto-Odiel-Piedras. DANAs como la que en la actualidad azota a Andalucía serán cada vez más recurrentes en el futuro como consecuencia del cambio climático y suponen un riesgo elevado de inundaciones, así como una amenaza real para la seguridad de las personas que requiere la adopción de medidas de forma sostenida.
Una vez aprobados los Planes de Gestión del Riesgo de Inundación actualmente vigentes (julio de 2023), la memoria del presupuesto de la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, detalla que en 2025 se ejecutará un inventario de obras hidráulicas longitudinales de protección frente a avenidas que permitirá «identificar» a sus titulares, definir la «caracterización» y hacer un «diagnóstico» del estado de conservación que permitirá plantear «propuestas de medidas de gestión».
Estas obras de defensa tienen en un porcentaje mayoritario un uso protector de cultivos agrícolas (70%), pero en casi un 7% de los casos son actuaciones que protegen los núcleos urbanos. Vías de comunicación, instalaciones industriales o ganaderas son otros usos defendidos por motas y diques construidos artificialmente.
La CHG ya tiene este inventario: 1.309 infraestructuras que abarcan 1.460 kilómetros
Las demarcaciones andaluzas marchan con retraso en este apartado con respecto a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, que cuenta con este inventario como se establece en una Instrucción del Secretario de Estado de 2020. En concreto, a través del Sistema Nacional de Cartografía de Zonas Inundables puede consultarse la información geográfica y características técnicas de las principales infraestructuras existentes. Estas obras se dividen en dos categorías por su funcionalidad: defensa frente a inundaciones: motas, rellenos o diques cuya función es evitar el desbordamiento de cauces; y estabilización de márgenes: diques, muros, gaviones o escolleras, etc. cuya función es evitar la erosión de las márgenes del río. Para cada obra se indica la altura de la obra desde coronación hasta el pie del talud más próximo al cauce o al lecho del cauce en caso de tratarse de obras en orilla y los usos del suelo o instalaciones protegidas por la infraestructura. Así, en la demarcación hidrográfica del Guadalquivir se contabilizan 84 escolleras con una longitud de 30 kilómetros, 281 muros (192 km), 6 gaviones (1 km); 30 rellenos (32,7 km) y 913 motas (1.204 km). En total, 1.309 infraestructuras que abarcan 1.460 kilómetros.
Algunos de los trabajos que ahora planifica la Junta están contemplados para el horizonte 2028-2033, pero también en el marco de cumplimiento de la Directiva Marco del Agua, el objetivo es dar prioridad a las labores de restauración y adecuación de cauces «con el doble objetivo de recuperar las condiciones hidrogeomorfológicas de los cauces y la mayor capacidad de flujo posible antes de la llegada de la época de lluvias».
La Junta tiene una inversión programada entre 2025 y 2028 de 15,2 millones en restauración, conservación y mantenimiento de cauces (4,9 millones en 2025; 3,92 en 2026; 3,43 en 2027 y 2,94 en 2028).
Además de los cambios normativos relacionados con la regulación de usos en las zonas inundables, el nuevo reglamento del Dominio Público Hidráulico establece la previsión de nuevas medidas que deberán abordarse para las tres demarcaciones internas, como son la publicación del referido inventario y una segunda relación con los bienes de dominio público hidráulico, previsto para septiembre de 2025, que incluye cauces públicos y lagos, lagunas y embalses superficiales.
La DANA de 2019 multiplicó la inversión
►La DANA de septiembre de 2019 provocó daños en las provincias de Almería, Málaga y Granada. Tras aquellas lluvias torrenciales, la Junta de Andalucía casi cuadruplicó la inversión destinada a restauración y adecuación de cauces al pasar de 5 a 19 millones de euros. Fruto de esta inversión se acometieron 610 actuaciones en el ámbito de las demarcaciones andaluzas. Dichos trabajos de limpieza se antojan clave para garantizar la la seguridad de las poblaciones y del propio medio ambiente al mejorar la capacidad de evacuación y reducir los riesgos de inundaciones. Este otoño está demostrando que las políticas de protección son imprescindibles.
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