
Incendios
CSIF denuncia el despido de "4.000 bomberos forestales"
El sindicato reclama un pacto de Estado que garantice tareas de prevención durante todo el año ante el aumento del riesgo por el cambio climático

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha denunciado este lunes que las comunidades autónomas han despedido en las últimas semanas a "al menos 4.000 bomberos" forestales en toda España, "desmantelando el operativo de prevención y extinción de incendios" pese a los graves desastres ecológicos del pasado verano y a que el periodo de alto riesgo se mantuvo activo hasta el 1 de noviembre por las altas temperaturas.
El sindicato acusa a las distintas administraciones de actuar con “hipocresía” y de poner en riesgo tanto la seguridad de los ciudadanos y los profesionales como la protección medioambiental de los montes españoles. “Trabajadores que se han dejado la piel —y algunos la vida— durante este verano, en las labores de extinción de incendios.”, señala CSIF.
Tras años de presión sindical, ha entrado en vigor la jubilación anticipada de los bomberos forestales, pero la organización considera que “no es suficiente”. Reclama un pacto de Estado que obligue a las comunidades autónomas a mantener plantillas mínimas durante todo el año, garantizando así la continuidad de las labores de prevención, restauración ambiental y respuesta ante emergencias.
Falta de recursos y material obsoleto
CSIF alerta de que la reducción de personal se suma al mal estado de los recursos materiales, con equipos de protección individual (EPIs) caducados y vehículos inadecuados para acceder a zonas de riesgo. El sindicato exige la renovación de equipamientos y la adquisición de vehículos todoterreno especializados, ya que en muchos casos los bomberos se ven obligados a transportar el material a pie.
Comunidades más afectadas
Las comunidades más perjudicadas por los despidos son Andalucía, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Cataluña, Galicia y Madrid, aunque la situación de precariedad se extiende por todo el país.
Galicia: el próximo 17 de noviembre está previsto el cese de un millar de bomberos forestales del Servicio de Prevención de Incendios Forestales (SPIF). CSIF reclama acabar con la figura del fijo discontinuo y extender los contratos a los 12 meses del año, frente a los 8 previstos para 2025 y 9 para 2026.
- Castilla y León: la Junta ha despedido al 30 % del operativo contraincendios, reduciendo helicópteros, buldóceres y personal en autobombas y torres de vigilancia. León, una de las provincias más castigadas este verano, pierde la mitad de sus medios aéreos y un tercio del personal de tierra.
- Castilla-La Mancha: los bomberos forestales integrados en la empresa pública Geacam sufren alta temporalidad y bajos salarios. De 2.205 trabajadores, solo 1.500 trabajan todo el año, con una campaña de extinción de apenas 96 días. El sueldo base ronda los 1.200 euros netos y conseguir una plaza fija puede tardar entre 6 y 7 años.
- Andalucía: numerosos bomberos fijos discontinuos y personal eventual han visto terminar sus contratos en octubre. CSIF calcula que faltan unos 220 efectivos, lo que compromete las tareas de prevención y reduce la operatividad de los retenes, que funcionan con menos personal del necesario.
- Cantabria: aunque el operativo es totalmente público, los profesionales carecen de EPIs adecuados y sufren graves deficiencias en telecomunicaciones, con emisoras averiadas o inexistentes. También alertan del envejecimiento de las plantillas y la falta de relevo generacional.
- Cataluña: los contratos de los ayudantes de oficio forestal finalizaron en septiembre tras apenas tres meses de trabajo. Muchos abandonaron antes por acumulación de vacaciones y días pendientes.
- Madrid: CSIF está negociando la aplicación plena del Estatuto del Bombero Forestal, el coeficiente reductor de jubilación y el refuerzo de las 124 plazas previstas, de las cuales solo están dotadas 61. Reclaman que la plantilla trabaje durante todo el año.
Una política de prevención “insuficiente y de temporada”
El sindicato advierte de que la reducción del riesgo de alto a medio no refleja la realidad climática actual, con incendios fuera de temporada provocados por la falta de lluvias y las altas temperaturas otoñales. “No podemos seguir apagando fuegos en verano y despidiendo a los profesionales en otoño”, denuncia CSIF.
La organización insiste en que la contratación anual del personal de prevención y extinción es una medida urgente y necesaria para reforzar la capacidad operativa ante un contexto de riesgos crecientes por el cambio climático, mantener las labores de prevención y restaurar las zonas afectadas por los incendios.
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