Tras una nueva intervención por la noche, la Esperanza Macarena está expuesta en veneración en el presbiterio de la basílica. La junta de gobierno de la hermandad, ante la polémica generada por la restauración realizada por Francisco Arquillo y la posterior rectificación, ha querido acercar la imagen a los fieles para que contemplen "al natural" las intervenciones realizadas.

"La hermandad pretende así que hermanos y devotos contemplen en la cercanía a la Santísima Virgen las labores de conservación y mantenimiento a las que ha sido sometida", subraya la corporación, añadiendo que, "ante las comprensibles muestras de preocupación, la hermandad desea que hermanos y devotos puedan ver a escasos metros el estado actual de la Santísima Virgen al natural".

La dolorosa permanecerá expuesta en veneración extraordinaria los días 22, 23 y 24 de junio.

Numerosos hermanos y devotos dieron la voz de alarma ayer cuando se abrieron las puertas de la basílica, con la imagen entronizada de nuevo en su camarín tras una semana retirada del culto debido a las labores de conservación que ha llevado a cabo el profesor Arquillo. El resultado no dejó indiferente a nadie y pronto las redes sociales ardieron con fotos del estado anterior de la Virgen y del actual. Llamaban la atención las pestañas, mucho más largas, y otros cambios en el rostro que habían modificado su expresión. La corporación tuvo que cerrar el templo una hora antes de lo habitual. Se realizó una intervención de urgencia y, por la tarde, la imagen ya presentaba las pestañas recortadas, pero el resultado seguía sin convencer.

Al parecer, se han realizado nuevas intervenciones durante la noche y ahora la junta de gobierno quiere que los fieles contemplen el resultado de cerca.