Pesca

Marruecos: entre la esperanza y la desilusión

Solo cinco barcos de la flota de Barbate saldrán a faenar a las aguas vecinas: "Es un acto de fe"

La multiplicación de los peces
Pescadores de la flota de Barbate en una "levantá" del atún rojoEPEP

Si hay suerte, la semana que viene pondremos rumbo a los caladeros de Marruecos”, señala Tomás Pacheco, presidente de la Asociación Barbateña de Empresarios Pesqueros (ABEMPE) y armador del "Playa Yerbabuena". Con base en el puerto de la Albufera (Barbate), la suya es una de las cinco embarcaciones de cerco que aún miran a aguas vecinas para intentar cuadrar las cuentas de un balance que desde hace décadas se escribe en rojo para la flota gaditana.

"Deberíamos estar faenando ya, pero el fuerte temporal de levante de Semana Santa nos lo impidió. Así que, si no hay más contratiempos que lo impidan, el domingo pondremos rumbo a Marruecos para realizar la inspección en el puerto de Tánger y empezar a faenar a partir del lunes". Aunque esperanzado con poder realizar capturas (boquerones, caballas, sardinas y jureles) que, tanto por cantidad como por calidad, "no siempre hay suerte", se antojan casi un imposible en aguas del Golfo de Cádiz; lejos quedan ya aquellas celebradas suelta de amarras que prometían jugosos dividendos y en las que participaba más de una veintena de cerqueros. Embarcaciones a las que en Barbate, como en el resto del litoral andaluz, ha acabado "asfixiando o rematando la pandemia y la espectacular subida de costos".

"Si todo sale bien y logramos buenas capturas pronto, podríamos sacar cierta rentabilidad; pero, si las cosas se tuercen y tenemos que pernoctar varios días en los caladeros, será difícil que salgan las cuentas". En este caso tendrían que comercializar sus primeras capturas en puerto marroquí, principalmente en Larache, "donde el precio del pescado es mucho más bajo".

Tales son los costes que deben afrontar los cerqueros (ya han desembolsado entre 5.000 y 7.000 euros al gobierno de Marruecos) que Tomás Pacheco no duda en tildar de “auténtico acto de fe” ir a faenar en los caladeros vecinos. Y es que al pago de la licencia al gobierno marroquí se unen los de alimentación de la tripulación (15 frente a los 35 que embarcaban en el ‘Playa Yerbabuena’ cuando Marruecos sí era rentable), hielo, seguros sociales, salarios, artes de pesca, cajas de porexpan para almacenar las capturas, reparaciones y, sobre todo, gasóleo para una travesía que se estima en unos 290 kilómetros (ida y vuelta). O, dicho de otro modo, entre 3.700 y 4.500 euros de combustible para una semana de pesca, una “auténtica locura”.

Incertidumbre por el acuerdo Marruecos-UE

Panorama no demasiado alentador al que se une el posible dictamen en contra del Tribunal General de la Unión Europea al acuerdo pesquero que Bruselas mantiene con Rabat y que en los últimos cuatro años le ha generado al país vecino 208,7 millones.

"Esta es otra de las muchas incertidumbres que arrastra el sector pesquero”. “No obstante, en este momento, no sabría valorar las consecuencias que dicha ruptura podría tener para la flota barbateña". Lo que es obvio, añade, "es que, de un modo u otro, para un sector pesquero tan castigado los caladeros de Marruecos son una alternativa tanto en cantidad como en calidad, porque, por ejemplo, los boquerones que se capturan son de un mejor calibre que los del Golfo de Cádiz".

Si, como parece, se pudiera producir la sentencia en contra del acuerdo Marruecos-Unión Europea, el presidente de la Asociación Barbateña de Empresarios Pesqueros señala que "se podría articular otro tipo de acuerdo con el país alauita, tipo al que tenemos en Portugal, de vecindad".

Cabe recordar que, recientemente, el ministro de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Luis Planas, se mostró pesimista en torno a la renovación de un acuerdo (138 licencias desde 2019) que de forma muy especial favorece a España (93) y, en particular, a Andalucía.

Pesimismo al que su homólogo marroquí, Mohamed Sadiki, respondió señalando que "el mundo está abierto y el sector pesquero tiene potencial de exportación y adquisición de valor. Habrá una nueva orientación hacia las nuevas capacidades y, en cuanto a la negociación, iremos con otra regla".