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El peligro

El mosquito tigre conquista ya 1.763 municipios y avanza cada vez más por zonas frías

la cantidad de enfermedades que transmite -el dengue, el zika o el chikungunya- preocupa a entomólogos y expertos en Salud Pública

Mosquito tigre EP

Desde que desembarcara en Cataluña en 2004, el mosquito tigre ha conquistado ya 1.763 municipios españoles; tras colonizar más del 80 % del área mediterránea, avanza por zonas del norte y del interior que antes le resultaban frías, pero que ahora encuentra idóneas por el aumento de las temperaturas.

Su rápida expansión y la imposibilidad de expulsarlo, así como la cantidad de enfermedades que transmite -el dengue, el zika o el chikungunya-, convierte al "Aedes albopictus" en uno de los vectores que más preocupa actualmente a entomólogos y expertos en Salud Pública, comenta a EFE Roger Eritja, codirector del Servei de Control de Mosquits del Baix Llobregat.

Pero no es el único, ya que siguen muy de cerca a otro del género Aedes, el "aegypti", detectado en Canarias y con "preocupantes antecedentes de dos siglos atrás de importantes epidemias de dengue y fiebre amarilla", y el común o "Culex Pipiens" y otros autóctonos del mismo grupo, responsables de la fiebre del Nilo Occidental.

Más mosquitos, en más zonas y durante más tiempo

Originario de Asia, el mosquito tigre comenzó a expandirse por Europa en los 80 gracias al comercio de neumáticos usados y especies vegetales; a España llegó en 2004 y, tras establecerse en todo el litoral mediterráneo, ya se ha avistado en Aragón, Castilla-La Mancha, Ceuta, Extremadura, Madrid, Navarra, País Vasco y La Rioja.

En total, está asentado en 1.763 municipios; en 156 de ellos se ha detectado gracias a Mosquito Alert, un proyecto de ciencia ciudadana coordinado por diferentes centros de investigación públicos donde Eritja es responsable de la validación experta.

La subida de temperaturas -explica- afectará en tres sentidos: en primer lugar, acortará el ciclo biológico, lo que implicará más mosquitos a lo largo del verano; en segundo, alargará la temporada hacia inicios de primavera y finales de otoño; y finalmente, posibilitará que se establezca en regiones "más frías que anteriormente no eran adecuadas, típicamente en montaña".

Su densidad local depende de las condiciones ambientales, básicamente de la disponibilidad de agua; al tratarse de un mosquito urbano, aprovecha la dispuestas por las personas. Por ejemplo, los platos que dejamos bajo las macetas en vacaciones "son un vivero excelente para sus larvas, y a nuestra vuelta podemos encontrarnos con centenares de mosquitos tigre en nuestra terraza", advierte.

Un problema añadido es que es "una especie invasora que no da marcha atrás", y aunque se han dado casos de erradicación temporal, donde se asienta "es imposible expulsarla y se establece definitivamente".

Es decir, "no se va a poder evitar su presencia", pero es posible "limitar en gran medida su cantidad"; para ello, deben actuar conjuntamente las administraciones, aplicando un control biológico en el área pública, y la ciudadanía, evitando tener recipientes con agua.

Alerta no, pero sí precaución

Las enfermedades transmitidas por los Aedes no son endémicas de España; lo que ocurre es que cuando una persona llega procedente de países en los que sí lo son y está infectada (que sería un caso importado), el mosquito la pica y a partir de ella empieza a propagar la enfermedad a sus sucesivas víctimas, que ya serían casos autóctonos.

Y eso está pasando ya: "Hemos tenido casos de dengue, casi siempre relacionados con reuniones familiares o de amigos, en las que el mosquito pica a varios. Y posiblemente está sucediendo más de lo que tenemos evidenciado porque parte de las personas que tienen esta enfermedad, pueden tener síntomas o, lo que es más probable, pasar desapercibidos", apunta María Velasco, de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC).

Cada año se notifica un promedio de 385 casos de dengue, aunque su evolución es muy variable; tras el parón de la pandemia, en los dos últimos han aumentado notablemente a 616 en 2023 y 1.119 en 2024, de los que 6 fueron autóctonos, según los datos anuales del Instituto de Salud Carlos III.

El agravante del dengue -el zika y el chikungunya circulan mucho menos, por lo que hay menos riesgo de importación- es que, cuantas más veces se pasa, más grave puede resultar.

Con todo, la experta en infecciosas y Medicina Tropical precisa que "la mayoría" de enfermedades que están transmitiendo los mosquitos en España, incluyendo los comunes, "no van a ser graves".

Dado que no tienen tratamiento, el único modo es protegerse. "O sea, que alerta ninguna. Lo que hay que tener es precaución y estar preparados" y, si hay mosquitos en el entorno, echarse repelente, utilizar manga y pantalón largos, especialmente al alba y al anochecer, que es cuando incrementan su actividad, y valorar incluso poner mosquiteras.