Investidura

El PSOE andaluz aplaude las cesiones de Sánchez al independentismo

La bancada socialista interrumpe el debate presupuestario para celebrar la investidura. PP y Vox tumban las enmiendas a la totalidad presentadas por los grupos de izquierda

Diputados socialistas aplauden en el Parlamento andaluz justo cuando Pedro Sánchez es investido presidente del Gobierno
Diputados socialistas aplauden en el Parlamento andaluz justo cuando Pedro Sánchez es investido presidente del GobiernoEPEP

Eran las 13:15 horas de cuando el portavoz de Adelante Andalucía, José Ignacio García, defendía en el Parlamento andaluz su enmienda a la totalidad del Presupuesto de 2024. De pronto, la bancada socialista se levantó e interrumpió la intervención con un fuerte aplauso. Júbilo y celebración en el momento justo en el que Pedro Sánchez era investido presidente del Gobierno con el apoyo de los partidos independentistas. El PSOE andaluz visualizaba así su respaldo a las cesiones a las formaciones separatistas vascas y catalanas, con medidas tan controvertidas como la amnistía a los líderes del «procés». Una ley que está provocando una fractura social sin precedentes.

Los diputados que debatieron sobre las cuentas andaluzas, que ascienden a 46.753 millones de euros y que superaron el debate de totalidad gracias a los votos de PP y Vox, tenían un ojo puesto en la Carrera de San Jerónimo y otro en el antiguo hospital de las Cinco Llagas. No eran ajenos al momento trascendental que se vivía en la capital de España, por lo que la sesión estuvo trufada de referencias a la investidura y a las consecuencias que tendrán los pactos de Sánchez en Andalucía. «Hoy hablamos de Andalucía, pero en Madrid otros andaluces están votando una amnistía en contra de los intereses de nuestra tierra», criticó la consejera de Economía y Hacienda, Carolina España, quien defendió que el Presupuesto genera «credibilidad y seguridad», además de «alinear la solvencia con la sostenibilidad».

España reprochó a los socialistas estar «abducidos» por Sánchez, no sin antes subrayar que el presidente del Gobierno recién investido nuevamente «ha pactado con delincuentes fugados». «El PSOE no tiene sentido de Estado, está socavando los pilares de nuestra democracia. Y no lo decimos nosotros, sino los jueces, fiscales y empresarios que se están manifestando». Para la consejera, los socialistas «han pasado de los pactos de la Transición a los de la traición» y se preguntó si la cesión de la Seguridad Social al País Vasco es igualdad. «¿También es igualdad que las comunidades que más tienen dejen de aportar a la caja común?», cuestionó en referencia a una de las medidas pactadas con los independentistas. Junto a ello, instó a los socialistas a dejar de «reírse de los españoles». «Sánchez habla de convivencia, pero Junts ya ha dicho que quieren la autodeterminación», remarcó, no sin antes asegurar que «Andalucía no va a olvidar este pacto de la vergüenza».

Por su parte, la diputada socialista Alicia Murillo señaló que el Presupuesto «está tuneado, inflado y dopado», puesto que incorpora fondos europeos «caducados que ya deberían estar en el bolsillo de los ciudadanos». A su juicio, la ley «más importante del año» no supera «la prueba del algodón» porque «no le sirve a los andaluces» y «no soluciona» cuestiones como que haya «casi cuatro millones de andaluces con problemas en el suministro de agua» o que la comunidad esté «a la cabeza en tasa de paro». «La Junta ha lanzado una campaña turística que dice que Andalucía se rompe, pero lo único que se rompe es la sanidad pública», censuró, además de criticar los «regalos fiscales a los más ricos».

Las referencias a la investidura se sucedían. Murillo alertó de que un diputado socialista acababa de ser agredido al llegar al Congreso de los Diputados y preguntó a la consejera por las palabras del portavoz del PNV, que dijo que algún día contará «qué le ofreció el PP en la negociación». «No sé qué le habrá ofrecido mi partido al PNV, pero una amnistía seguro que no. Tenemos dignidad y no nos vendemos por siete votos», señaló España, quien se preguntó, irónicamente, «qué tiene de bueno el pacto con Junts para Andalucía» y «cuántos recursos vendrán tras ese acuerdo».

El tono de las intervenciones iba subiendo y las interrupciones del presidente de la Cámara, Jesús Aguirre, para llamar al orden eran constantes. En un momento dado, la portavoz parlamentaria del PSOE-A, Ángeles Férriz, se dirigió a Aguirre para advertirle que el consejero de Sostenibilidad y portavoz del Gobierno andaluz, Ramón Fernández-Pacheco, había dicho que «los socialistas estamos encantados de que nos agredan». «El debate lo tenemos aquí, a través del atril», contestó Aguirre, comparando la polémica con un enfrentamiento de escolares. Fernández-Pacheco ofreció su versión en Twitter: «He dicho que el PSOE centra la atención en esos episodios porque están encantados en su papel de víctimas para que no se hable de los pactos de Sánchez. Mi más rotunda condena a cualquier tipo de violencia, también la verbal». Manuel Gavira, de Vox, tampoco fue ajeno al debate nacional. «Para mí esta tarde no hay Grammy, hay calle», sentenció.