Sociedad

Sin fondos para el control de las colonias felinas en Sevilla

El programa CER no se aplica un año después de la aprobación de la ley de bienestar animal, denuncia el Grupo de Medicina Felina

Piden control de colonias felinas en Sevilla
Piden el control de colonias felinas en SevillaCampillo/Ical

El Grupo de Medicina Felina (GMF) de Sevilla denuncia que el programa de Captura, Esterilización y Retorno (CER) todavía no se está aplicando, salvo contadas excepciones, en la provincia hispalense, contraviniendo lo estipulado por la ley de bienestar animal vigente. Del mismo modo, esto vendría sucediendo no solo en la capital de la comunidad autónoma andaluza, sino en gran parte del territorio nacional.

La efectividad de los programas CER está científicamente contrastada y aporta numerosos beneficios sociales, que van más allá de controlar únicamente la capacidad reproductiva del felino comunitario. Los gatos comunitarios son animales que han nacido en la calle o, en el peor de los casos, animales que han sido fruto de la tenencia irresponsable, el abandono o el extravío y que de forma natural establecen colonias. Éstas pueden estar compuestas por un número de individuos variable, pero tienen una gran capacidad de expansión debido a las características reproductivas propias de la especie felina. Iniciar estrategias (íntegras) de control de poblaciones felinas, como el CER, permite un manejo adecuado de los conflictos vecinales/ambientales que puedan surgir a raíz de la presencia más o menos notable de colonias felinas en un entorno determinado, estableciendo medidas higiénico-sanitarias que incidan positivamente en la convivencia, sometiendo a los gatos a procedimientos intensivos de esterilización quirúrgica, desparasitación, vacunación e identificación mediante implantación de microchip, manteniendo un censo actualizado de los animales y fomentando la adopción final de aquellos que sean sociables, explicaron a LA RAZÓN fuentes del Grupo de Medicina Felina. Todas estas acciones, además, requieren la formación específica y reglada de todas las personas que conforman el CER (Administración, autoridades policiales, veterinarios, gestores y alimentadores de colonias) y el desarrollo de actividades de concienciación en bienestar animal dirigidas a los ciudadanos.

El grupo GMF considera que la aplicación de un CER refleja el grado de responsabilidad y compromiso de un municipio en relación a sus habitantes y las colonias de gatos que también lo habitan. «Implica reconocer un problema real y ponerle solución», señalan. Actualmente, los ayuntamientos de Sevilla disponen de un protocolo marco en el que basarse, diseñado por la Junta, reciben asesoramiento veterinario por parte del Ilustre Colegio Oficial Veterinario de Sevilla y del GMF (que además ha redactado un Manual de buenas prácticas CER, de acceso público), cuenta con un gabinete jurídico y diversos mecanismos internos (por ejemplo, la inclusión del programa CER dentro de las partidas presupuestarias) y externos (por ejemplo cómo solicitar la subvención estatal) para poner en marcha el programa CER en su localidad. Por todo ello, señalan, «resulta difícil comprender la absoluta inactividad que todavía demuestran la mayoría de municipios que conforman la provincia de Sevilla en materia de gestión de colonias felinas».

El Grupo de Medicina Felina reclama que se cumpla la ley y que los ayuntamientos actúen. Las trabas burocráticas, el uso de atajos legales de dudosa ética (como el asunto del Gobierno canario y la consideración del gato comunitario como «especie invasora»), el desconocimiento o el simple desinterés «no pueden ser motivos suficientes para que se paralice el desarrollo de estrategias con beneficios tan positivos en lo que respecta al bienestar animal y la protección de la salud pública general». «La regularización de los gatos comunitarios no puede recaer exclusivamente sobre particulares o asociaciones preocupadas por la situación de estos animales, sino que es responsabilidad de todos y especialmente de los ayuntamientos», defienden. «Sorprendentemente, algunos municipios parecen haber adoptado una posición de connivencia con esta realidad, donde particulares o asociaciones cargan sobre sus espaldas un problema crónico de dejadez de funciones, sin recibir el correspondiente apoyo municipal, policial y social, siendo objeto de amenazas/agresiones o percibiendo maltrato en los animales que están bajo su cuidado y que no son objeto de investigación», denuncian.

Tras un año de la entrada en vigor de la Ley 07/2023, como vía para informar y concienciar a la sociedad en general, el GMF ha iniciado una serie de entrevistas a compañeros veterinarios, administraciones, gestoras y alimentadoras implicados en la gestión de colonias felinas. Con estas entrevistas –de acceso público a través de Youtube e Instagram– se da a conocer de primera mano la experiencia de cada una de las figuras que participan en el CER y así visibilizar la situación real en la provincia.