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El ficus de Triana: informe de una muerte anunciada

Certifican su «colapso final» y lo dan por «muerto», por lo que será «eliminado» ante su estado «irreversible»

El ficus de San Jacinto con la Iglesia de La Candelaria de fondo
Riego practicado este fin de semana al ficus de San Jacinto, en Sevilla, por técnicos de Parques y JardinesMaría Jóse López/ Europa Press

La del ficus de la calle San Jacinto, en Triana, es la historia de una muerte anunciada, ahora corroborada por un informe municipal. El árbol centenario fue talado en gran parte por los daños que causaba en la iglesia contigua –el convento dominico de La Candelaria y San Jacinto– y su estado de conservación. El clamor popular –con una espontánea subiéndose al árbol «a lo baronesa Thyssen»– en los tiempos de las redes sociales evitó la tala definitiva. El árbol se ha mantenido en pie, mal que bien, moribundo. Ahora, con el PP en el Consistorio, y tras meses tratando de evitar lo inevitable el ficus será definitivamente talado tras una muerte diferida en dos años.Se trata del segundo ficus emblemático que muere y es talado bajo el mandato de José Luis Sanz, tras el de «las Setas» de La Encarnación.

El ficus fue traído por los dominicos de Puerto Rico en 1913. La Junta de Vecinos Triana Norte pidió al Arzobispado la retirada del árbol por la peligrosidad que suponía ya para los peatones. En marzo de 2021, la caída de una rama provocó daños a diversas personas. Una vendedora de la ONCE llegó a perder un brazo. Entre 2016 y 2022 se produjo una veintena de caídas de ramas. El Consistorio dio el visto bueno a la tala tras la aprobación de la Comisión de Patrimonio Histórico de la Junta y con el apoyo de 33 asociaciones. Cuando la tala era inminente, se levantó la sociedad civil, conformando incluso la plataforma Ficus Vivo. Se presentó un recurso ante el juzgado, que paralizó la tala de manera cautelar cuando ya se habían cortado las ramas y parte del tronco. Desde entonces, se ha tratado de mantener vivo al árbol.

La plataforma del ficus pide «una moratoria hasta primavera» y «un informe científico independiente». Los ecologistas siguen alegando que los árboles centenarios reviven con el tiempo. El equipo de Gobierno del PP señala que el deterioro del ficus está motivado por la falta de cuidados paliativos por parte de la anterior Corporación, al estar un año sin riegos frecuentes y cuidados para los hongos. En los dos últimos años se han invertido más de 13.000 euros en tratar de mantener vivo el ficus.

El árbol en cuestión tenía de 24 metros de altura y se consideraba un monumento como Bien de Interés Cultural. El informe municipal propone «la eliminación del árbol muerto y la plantación de un nuevo ejemplar perteneciente a una especie que pueda compensar los beneficios medioambientales, paisajísticos y ecológicos».

El Ayuntamiento anunció su decisión de «retirar» el ficus centenario de la parroquia de San Jacinto. La concejala de Arbolado, Parques y Jardines, la popular Evelia Rincón, defendió que «el Gobierno actual se ha afanado en recuperar el ejemplar con tratamientos específicos como el control adecuado del riego a demanda y la ampliación del parterre para liberar las raíces y favorecer su funcionamiento, así como un contrato específico de 7.115,72 euros, pero los efectos del intento de tala de 2022 aprobado por el Gobierno anterior marcaron el triste devenir de este emblemático ejemplar».