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Cerco al tabaco

¿Terrazas sin humo?: «Van más clientes y se protege la salud»

El director del Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía valora positivamente la restricción y alerta de los efectos nocivos de los vapeadores y cigarrillos electrónicos

En Resumen
El Gobierno baraja la prohibición de fumar en las terrazas, una medida que ha enfadado a la hostelería EPEP

El pasado martes el Consejo de Ministros aprobó el denominado Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo 2024-2027, un texto que sale adelante unas vez superadas las fricciones que se produjeron entre el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas. El documento se traducirá en distintas leyes que hagan realidad, entre otras medidas, la ampliación de los espacios sin humo. Este es, precisamente, uno de los aspectos más polémicos del plan, puesto que desde el Gobierno se ha apuntado la posibilidad de prohibir fumar en las terrazas de los bares y restaurantes, un extremo que ha enfadado a la hostelería. Según Marcos García, director del Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía (PITA), el sector ya mostró sus recelos con leyes anteriores, una desconfianza que se superó cuando los ciudadanos aceptaron las restricciones e incluso las incorporaron a sus hábitos. «Se ha demostrado en España y en muchos países que, si se acotan nuevos espacios sin humo, van más clientes y se protege la salud. En definitiva, aumenta la satisfacción», asegura a LA RAZÓN.

García sostiene que este es un debate «político y económico». «Desde el punto de vista de la salud lo que está claro es que el aire contaminado por humo de tabaco causa enfermedad», apunta. Tan nocivo es fumar tabaco tradicional con gente cerca, en el exterior, como usar los vapeadores tan de moda últimamente. Estos dispositivos «no están tan estudiados porque llevan poco tiempo en el mercado, pero existe un vapeo pasivo», señala el director del PITA. «Si estás al lado de una persona que usa un vaper las partículas se quedan en el ambiente y se inhalan. Desconocemos estos efectos, pero estamos expuestos». En cuanto al tabaquismo convencional, «si una persona fuma en la puerta de un establecimiento o en una terraza inhalamos ese humo», por lo que «es importante proteger la salud de las personas y garantizar el derecho a respirar un aire fresco, limpio y sin contaminantes ambientales».

El director del PITA valora positivamente el plan aprobado por el Gobierno, que «va en consonancia con el andaluz y está basado en la evidencia científica que hay disponible». Un documento que se ha trabajado conjuntamente entre el Ministerio de Sanidad y las comunidades durante los tres últimos años y que sirve de paraguas para las regiones que no tienen planes específicos en este ámbito. Además, ya contempla los nuevos productos como los cigarrillos electrónicos y vapeadores.

Posteriormente, se tendrá que articular en el Congreso una nueva ley que actualice la de 2005 y 2010. Esta última generó un gran impacto porque prohibía fumar en espacios públicos cerrados, dejando sin humo los centros sanitarios y los parques infantiles.

¿Se ha ido reduciendo el consumo de tabaco en los últimos años? García apunta que las encuestas muestran esta tendencia paulatina, tanto en Andalucía como en el resto de España. Otra cosa son las nuevas formas de consumo, como los vapeadores, que han aumentado. «Todavía existe una prevalencia baja, por debajo del 5%, pero lo que sí ha aumentado es el acceso de la población a estos dispositivos, sobre todo entre los jóvenes y adolescentes», apunta García. En este punto, recuerda que la ley española deja claro que el consumo de los cigarrillos electrónicos está prohibido en los menores, al igual que su venta.

El consumo de tabaco se ha ido reduciendo, en parte, porque la gente es más consciente de sus efectos nocivos. Sin embargo, no es hasta los años 80 cuando la ciudadanía toma conciencia verdaderamente porque «la industria tabaquera se vio obligada a reconocer en los tribunales que el tabaco causa cáncer». García, igualmente, pone el foco en un cambio en las enfermedades vinculadas al tabaquismo. «En España el cáncer de mama siempre ha sido el más mortal entre las mujeres, pero ahora el de pulmón se le está acercando. Es decir, con este cáncer pagamos ahora el inicio del consumo que hubo en los años 70».

También la industria tabaquera se está adaptando a los cambios sociales. Estas empresas mantienen la venta del tabaco tradicional, pero incorporan cigarrillos electrónicos muy demandados por los jóvenes, al igual que tabaco calentado y bolsitas de nicotina. García alerta de que los vapers llevan nicotina, que es la principal sustancia que causa la adicción al tabaco. La industria se adapta añadiendo aromas –hay más de 7.000 patentados– y sustancias que irritan menos la garganta.

Reino Unido acaba de prohibir la venta de tabaco a los nacidos después de 2008. El director del PITA considera positiva la medida, aunque «para llegar ahí hay que andar un camino que, en parte, se ha andado en España, pero todavía queda trayecto». García se refiere al acceso de la población a los tratamientos farmacológicos para dejar de fumar y la implementación de leyes para poner coto al tabaquismo.

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