
Sociedad
Las vacaciones de médicos andaluces que salvan vidas en Bagandou
Cooperantes sanitarios de Almería y Granada prestan ayuda humanitaria en Guinea Ecuatorial

Una expedición compuesta por sanitarios y otros voluntarios, mayoritariamente de las provincias de Almería y Granada, trabajará hasta finales de agosto con situaciones de extrema pobreza, enfermedad y abandono en Bagandou, una localidad situada en la parte sur de Guinea Ecuatorial. Auspiciados por la asociación Sara Allut y liderados por el jefe de neurocirugía del Hospital Torrecárdenas de Almería, el Doctor Antonio Huete. Esta misión altruista pretende «generar oportunidades a quienes más lo necesitan», prestando atención sanitaria y quirúrgica; recursos e, incluso, formación para «transformar su sociedad y apoyarles en su futuro».
El grupo de «dieciséis profesionales, fundamentalmente sanitarios, pero también compañeros que no se dedican ni a la medicina ni a la enfermería», como explicó el doctor Huete, «lo que van a hacer es desarrollar un proyecto social, un taller de formación de los jóvenes, para que aprendan un oficio».
En este caso, «queremos que aprendan a trabajar la madera y que, de esa manera, se puedan ganar también la vida con un trabajo estable», explicó el neurocirujano almeriense.
Así, los voluntarios emplearán «días donde hay que descansar, pero también estar atentos a tanta necesidad que tenemos actualmente en nuestro mundo», para conocer otra «realidad» mundial donde «tanto cuesta conseguir lo más elemental».
Como alma mater de la oenegé impulsora de esta acción, el médico Antonio Huete precisó que «llevamos 15 años viajando a África, tocando el corazón de esos países y volvemos por eso, porque son realidades que nos atrapan».
«Hace unos días he estado en los Juegos Olímpicos de París al lado de nuestros deportistas, con María Pérez; y ahora veo una realidad completamente distinta en África», valoró un cooperante dispuesto a «transformar esas sociedades con instrumentos que de verdad cambian a los países, como son la educación, la cultura y, por supuesto, tener conocimiento de un oficio para el día de mañana ser autosuficiente».
Bajo el paraguas de la Asociación Sara Allut, creada para recordar la figura de su madre, una enfermera de quirófano, instrumentista de cirugía cardíaca, el doctor Huete y sus compañeros están realizando cirugías, además de tareas de atención sanitaria a niños con desnutrición e intervenciones relacionadas con problemas ginecológicos de la población guineana.
Dificultades
En condiciones precarias, «muy extremas», «las de un país que no tiene nada» son actuaciones sanitarias dentro de «simples salas acondicionadas con lo básico, para poder hacer operaciones que muchas veces no cuentan ni siquiera con anestesia general, porque no hay», relató el doctor Huete.
De igual modo, la misión humanitaria ha realizado pequeñas misiones a lugares alejados de la población, en plena selva, para llevar atención médica hasta los pigmeos, un grupo étnico especialmente maltratado socialmente por la pobreza y el abandono. «Tenemos tanto en el primer mundo», valoró Huete, describiendo otra realidad donde «uno tiene fiebre y no hay un hospital donde acercarse para que te puedan poner una medicación». «O, simplemente, una escuela donde uno pueda terminar unos estudios», relata.
En este sentido, el jefe de neurología del principal hospital almeriense apeló a la «responsabilidad de construir un mundo mejor y no son palabras, tenemos que traducirlo en hechos que se toque», como manifestó para LA RAZÓN de Andalucía.
En un momento de agitación mundial, donde aumentan los flujos migratorios y las diferencias económicas con el tercer mundo, promulgan la solidaridad «desde nuestra tierra, desde Almería, Andalucía y España», con el reto en nuestro país de generar «conciencia» entre la ciudadanía.
Colaboración económica
«Cualquier ayuda es buena», por lo que el doctor Huete agradeció desde territorio africano «toda aportación económica que puedan hacer para nuestra causa», porque «la asociación ha conseguido enviar fórmulas de leche terapéutica F- 75 para evitar la desnutrición en un área de cincuenta mil habitantes» y «tiene como fin la ayuda directa, sin intermediarios de ningún tipo, a las mujeres y niños de los países más pobres del mundo, con especial dedicación a los países africanos, donde cada verano realizan una misión humanitaria».
En definitiva, se trata del verano de dieciséis sanitarios para «llevar un poco de luz, de dignidad y de ternura a aquellas personas necesitadas de rostros amables que les miren a los ojos con cariño y que respeten su dignidad».
No obstante, todos ellos manifiestan recibir «con creces mucho más de lo que hayamos podido dar», porque «encuentras en ellos mucha alegría, muchas ganas de vivir y eso me hace que cada año, cada verano, vuelva a tener ganas de estar allí con ellos, porque vienes con una felicidad inmensa».
Tras más de una década encabezando misiones humanitarias durante sus vacaciones, el doctor Huete colabora todo el año convocando acciones solidarias en Almería para recaudar fondos, como conciertos, travesías a nado o jornadas de concienciación.
✕
Accede a tu cuenta para comentar