Atresmedia

Ficción hecha realidad: Series y entretenimiento que hacen historia

En tres décadas, la ficción se ha convertido en una de las señas de identidad de Antena 3

Antena 3 situó a «La casa de papel» como el mayor fenómeno televiso de la ficción nacional al ser la primera serie española que ganó el Emmy internacional
Antena 3 situó a «La casa de papel» como el mayor fenómeno televiso de la ficción nacional al ser la primera serie española que ganó el Emmy internacionalArchivoLa Razón

En tres décadas, la ficción se ha convertido en una de las señas de identidad de Antena 3 hasta el punto de que sus series tienen un sello que los espectadores identifican con calidad, tanto en los guiones como en la puesta en escena, variedad de géneros y propuestas arriesgadas. Estas cualidades tampoco han pasado inadvertidas en el extranjero. Su proyección internacional es notoria tanto en la versión original como en las adaptaciones. Ahí están «Aquí no hay quien viva», «Gran Hotel», «Física o Química», «El internado», «El barco», «El secreto de Puente Viejo» y «El tiempo entre costuras» (ambas se pueden ver en Mediaset Italia). Las plataformas y canales de pago también pusieron sus ojos en las series de Antena 3 y adquirieron los derechos de emisión y de adaptación de «Velvet», que vivió una nueva etapa en Movistar+, al igual que sucedió con «Vis a vis» en Fox. ¿Y qué decir de «La Casa de Papel»? Antena 3 la situó como el mayor fenómeno televisivo de la ficción patria al ser la primera serie española que ganó el Emmy Internacional en la categoría de mejor drama. A eso hay que sumar la venta de los derechos de emisión a Netflix, convirtiéndose en la producción en habla no inglesa más vista de la plataforma, para posteriormente comprar los derechos de producción.

«Si se ha podido mantener un listón tan alto es porque siempre se ha apostado por hacer un producto de calidad. Todas nuestras series, las que más éxito hayan tenido, o las que menos, siempre se han regido por esta filosofía», afirma Sonia Martínez, hasta hace unas semanas directora de Ficción del grupo y recientemente nombrada directora editorial de Atresmedia Studios. Su testigo al frente de la ficción de Atresmedia ha sido recogido Montse García, una profesional de primera categoría para mantener el mismo estándar de calidad.

Con la adaptación televisiva de "El tiempo entre costuras", de María Dueñas, se dio un formidable salto de calidad
Con la adaptación televisiva de "El tiempo entre costuras", de María Dueñas, se dio un formidable salto de calidadarchivoLa Razón

Lejos de ensimismarse en los éxitos de las últimas tres décadas, la ficción de Antena 3 y del Grupo Atresmedia ya se proyecta al futuro.

«La ficción va a ser más representativa que nunca. Si antes las series eran un producto más de la principal cadena, si nos guiamos criterios de coste, ahora las formas de consumo y el mapa audiovisual está configurando una nueva forma de relacionarnos con la ficción; tanto por parte del espectador como por parte de las cadenas». Reflexiona y anticipa un probable nuevo escenario: «Quizá en este futuro que se empieza a avistar las series tengan menos cabida en la emisión lineal de la tele en abierto… o puede que ésta tenga que apostar por géneros concretos o temáticas que estén de moda para seguir alcanzando esos datos de cuota de pantalla que son tan importantes».

Para Martínez, sí hay unas nuevas vías de consumo «que son apasionantes porque se nos está abriendo un excelente panorama como factoría de ficción: ahora producimos más que nunca, vendemos más producto que nunca. Nuestras series están presentes en el mundo, las rentabilizamos de formas que antes ni podíamos imaginar, estamos produciendo series para terceros -con Atresmedia Studios- e internet nos está posibilitando tener otras ventanas de emisión, como es Atresplayer Premium, para lo que ya estamos haciendo series en exclusiva».

Martínez no descarta que, como sector, «se esté viviendo una burbuja global de series que antes o después se pinchará, pero ahora -como siempre en estos 30 años-, la ficción ocupará un lugar esencial en la estrategia y modelo de negocio de esta empresa», culmina.

«Velvet» unió moda, romance y lucha de clases de la mano de Paula Echevarría y Miguel Ángel Silvestre
«Velvet» unió moda, romance y lucha de clases de la mano de Paula Echevarría y Miguel Ángel Silvestreenrique bar√≥ ubachLa Razón

La primera ficción propia de la cadena, y en la que se demostró la comunión total entre el canal y la audiencia, fue «Farmacia de guardia». ¿Qué podía salir mal en una serie dirigida por Antonio Mercero y protagonizada por una farmacéutica (Concha Cuetos), su ex esposo (Carlos Larrañaga), sus hijos, Miguel Ángel Garzón y Julián González, a los que hay que añadir un ramillete de espléndidos secundarios? Nada. Estrenada en 1991, se emitió hasta 1995 y tuvo una audiencia media del 48 por ciento de cuota de pantalla.

Desde el principio, Antena 3 entendió que había que diversificar las propuestas para no dejar al margen ninguna franja de edad. Y llegó «Compañeros». Aunque su público objetivo eran los jóvenes -el romance «interruptus» entre Quimi (Antonio Hortelano) y Valle (Eva Santolaria) ocupaba más tiempo de conversación en los institutos que las horas lectivas– abordaba con respeto al espectador y, sin efectismos, problemas latentes como el consumo de drogas, los embarazos no deseados y la violencia de género. Además de reactivar el fenómeno fan, logró que los padres la viesen con sus hijos y provocó más de un debate improvisado. «Un paso adelante» (2002-2005) y «Física o Química» (2008-2011) se convirtieron en dignas herederas.

«Fariña» recreó la vida de Sito Miñanco y el contexto social y delictivo que generó el tráfico de drogas en Galicia en los años 80
«Fariña» recreó la vida de Sito Miñanco y el contexto social y delictivo que generó el tráfico de drogas en Galicia en los años 80Jaime OlmedoLa Razón

Sin embargo, lejos de conformarse, se dio una nueva vuelta de tuerca con «El internado». Sí, los protagonistas eran también niños y adolescentes que se asomaban a la juventud, pero en esta ocasión sus vidas estarían marcadas por el misterio. La serie se alejó de la comedia para tornarse en un «thriller» inédito en la ficción nacional.

A lo largo de 71 episodios y siete temporadas desde 2007, en esta serie intergeneracional –no se puede obviar la presencia de Amparo Baró, Natalia Millán y Luis Merlo– dio visibilidad a una nueva camada de jóvenes actores que no tardaron en acaparar proyectos y titulares.

A saber: Martiño Rivas, Blanca Suárez, Yon González, Elena Furiase, Marta Hazas y Ana de Armas, recién nominada a un Globo de Oro por «Puñales por la espalda». La comedia pura y dura iba en viento en popa con series como «Manos a la obra» y «Los ladrones van a la oficina», a la espera de una ficción que también significaría un antes y un después en la cadena: «Aquí no hay quien viva».

La existencia cotidiana de una comunidad de vecinos era un vivero para situaciones entre el realismo y el absurdo. Durante cinco temporadas, entre 2003 y 2006, esta serie coral pulverizó las audiencias y se convirtió en una de las series más vistas de la historia de la televisión, con picos del 43 por ciento de «share». Caló tanto entre los espectadores que frases como «¡váyase señor Cuesta!» y «un poquito de por favor» se incorporaron al lenguaje de la calle. En el tiempo coincidió con otro de los grandes triunfos de la cadena, «Los hombres de Paco», cuya vuelta a la pantalla ya está preparando, en una decisión aplaudida por la audiencia.

En 2011, Antena 3 tomó una decisión estratégica que le ha proporcionado unos resultados excepcionales: cambiar los contenidos de su franja de tarde para diferenciarse de la competencia con la emisión de dos tiras diarias: «Bandolera» (en antena durante dos temporadas) y «El secreto de Puente Viejo». Esta serie diaria, que es la más seguida de la televisión, con más de un millón de espectadores de media y un promedio del 10,2 por ciento de cuota, pone punto y final a su singladura esta temporada después de más de 2.300 episodios. Cuando finalizó «Bandolera», se formó una dupla que ha marcado una época. A «El secreto de Puente Viejo» se unió «Amar es para siempre», cuyo estreno fue en enero de 2013. Con el bar El Asturiano y sus propietarios Pelayo, Marcelino y Manolita como epicentro, las tramas se van ramificando. A lo largo de más de 1.800 capítulos se ofrece un recorrido por la vida cotidiana de la postguerra y de la democracia.

En el «prime time» la cadena siempre ha mostrado querencia por dar el triple salto mortal ofreciendo al espectador propuestas novedosas impulsadas por el riesgo. Se podría decir que la factoría de ficción de Antena 3 se anticipa a las demandas de la audiencia, que anhelaba, además de buenas historias, que éstas, en pos del realismo, saliesen de los platós de televisión para rodarse en exteriores.

«El secreto de =Puente Viejo» fue la serie diaria más seguida de la historia de la televisión, con más de un millón de espectadores de media
«El secreto de =Puente Viejo» fue la serie diaria más seguida de la historia de la televisión, con más de un millón de espectadores de mediaPedro ValdezateLa Razón

Uno de sus grandes golpes de autoridad fue «Gran Hotel», una serie de época que reunió en su reparto a Yon González, Amaia Salamanca, Concha Velasco y Adriana Ozores. Rodada en el palacio de la Magdalena de Santander y otras localizaciones de Cantabria se emitió durante tres temporadas, entre 2011 y 2013, y casi tres millones de espectadores disfrutaron de esta serie de corte romántico e intriga. Su ascendencia en el extranjero es tal que, en 2019, la cadena ABC realizó su propia adaptación con Eva Longoria como una de las productoras ejecutivas.

Con la adaptación televisiva en 2013 de «El tiempo entre costuras», el «best seller» de María Dueñas, se dio un formidable salto de calidad para estar a la altura de las expectativas de los lectores de la novela. La reivindicación vital de la modista Sira Quiroga y su destino marcado por los grandes acontecimientos de la historia de principios del siglo XX, como la Guerra Civil y la II Guerra Mundial, conquistaron inmediatamente a los espectadores.

Durante cinco temporadas, entre 2003 y 2006, «Aquí no hay quien viva» narró la existencia cotidiana de una comunidad y pulverizó las audiencias con picos del 43 por ciento de «share»
Durante cinco temporadas, entre 2003 y 2006, «Aquí no hay quien viva» narró la existencia cotidiana de una comunidad y pulverizó las audiencias con picos del 43 por ciento de «share»ArchivoLa Razón

A la envergadura del argumento se unió la de la producción; se rodó en Madrid, Tetuán, Tánger, Toledo, además de Estoril y Cascais, ciudades en las que se recreó Lisboa. Su impacto entre el público fue inminente: una cuota media del 25,5 por ciento y casi cinco millones de seguidores. Al año siguiente nació «Velvet»: moda, romance y lucha de clases formaron una triada imbatible.

Recogió el testigo de las series de época, pero en 1956, año en el que se creó una galería comercial que aspiraba a ser una referencia en Madrid. Nueva serie coral en la que el romance de Ana (Paula Echevarría) y Alberto (Miguel Ángel Silvestre) era el armazón de otras tramas. Durante cuatro temporadas no bajó del 20,4 por ciento.

El hito televisivo llegó en su última temporada en abierto. «Velvet» quiso despedirse en la audiencia en tiempo real, por lo que por primera vez en las series de ficción en España se emitieron 13 minutos en directo. En 2015 llegaron dos series que estaban en las antípodas pero que eran complementarias. Una comedia irreverente y bastante canalla como «Allí abajo» y «Vis a vis».

«Compañeros», aunque dirigida a un público joven que reactivó el fenómeno fan, logró que los padres la vieran con los hijos, y provocó más de un debate
«Compañeros», aunque dirigida a un público joven que reactivó el fenómeno fan, logró que los padres la vieran con los hijos, y provocó más de un debateArchivoLa Razón

La primera tiraba del ovillo de los tópicos entre los andaluces y los vascos –su mezcla en convivencias cotidianas significó un corte de mangas a los prejuicios– hasta conseguir que la pareja formada por Iñaki (Jon Plazaola) y Carmen (María León) y su amor atropellado –siempre la comedia tiene como trasluz un drama– fuese el epicentro de una comedia coral de idiosincrasias, costumbres y personajes que fueron evolucionando sin hacer malabarismos. Durante cinco temporadas, desde 2015 a 2019, mantuvo la fidelidad de los espectadores. Antena 3 descubrió muy pronto que no hay por qué alargar las series, sino darles una digna despedida sin dejarlas morir de agotamiento. Lo mismo sucedió con «Vis a vis». Las dos temporadas de este «thriller» carcelario fueron suficientes para que no decayese y entrara en una inercia que fuese innecesaria para la audiencia en abierto. De nuevo innovación y otra vez contención para no dejar morir a una serie sacrificando sus mejores atributos.

Fue en 2017 cuando Antena 3 volvió a estrenar una serie que no se podía comparar con ninguna porque no había antecedentes a los que los críticos pudiesen acudir.

La primera ficción propia de la cadena fue «Farmacia de guardia». Estrenada en 1991, se emitió hasta 1995
La primera ficción propia de la cadena fue «Farmacia de guardia». Estrenada en 1991, se emitió hasta 1995ArchivoLa Razón

Fue «La Casa de Papel». Un atraco con giros imprevistos de guión que dosificó en dos tandas de episodios para dejar al espectador con la miel en los labios. La ficción fue un antes y un después en la producción nacional, un golpe seco y preciso con un guión sin fisuras y unos personajes carismáticos. El resultado es sobradamente conocido, con un Emmy incluido, el primero a una ficción española.

Al año siguiente llegó «Fariña», que recreó la vida de Sito Miñanco y el contexto social y delictivo que generó el tráfico de drogas en la Galicia de los años 80. El compromiso por el realismo llevó a que la mayoría del elenco, encabezado por Javier Rey, fuese gallego y las localizaciones rodadas en su totalidad en Galicia. Basada en el relato periodístico de Nacho Carretero, se buscó la credibilidad y la integridad artística de un episodio de nuestra historia reciente. Junto a las ya antes citadas, mostraba el sello de calidad de la marca Series Atresmedia.

El presente y el futuro están aún por definir, pero la cadena no se acomoda en sus éxitos. Siempre quiere dar un paso al frente. De ahí que «Matadero», «Perdida» y «La valla» marquen el paso a seguir: colaborar con las mejores productoras, dinamizar el sector audiovisual español y lograr que las series nacionales tengan una identidad y sean receptoras de una audiencia más allá de nuestras fronteras.