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Con cariño pero sin amor

Cuidado con el '¡Ay, amante!': así debes reaccionar a esta chocante expresión aragonesa

En Tauste lo usan en muchas expresiones, como en '¡Amante, cuánto tiempo sin verte!'

Un grupo de jubilados en un pueblo larazonlarazon

Quienes toman contacto con la comunidad aragonesa por primera vez descubren rápidamente la idiosincrasia de la tierra, más allá de los tópicos que ponen en muy buen lugar a los aragoneses -nobles y honestos-, también descubren rápidamente su singular acento y, también, infinidad de expresiones que no se entienden fuera de ella, como el 'ir de propio'. Incluso hasta en el saludo los aragoneses son diferentes.

No lo tomes literal

En Tauste, popular municipio de la comarca de las Cinco Villas, Zaragoza, saludar con un original “¡Ay, amante!” nada tiene que ver con lo que cualquiera podría pensar si tomase en cuenta el sentido literal de la expresión. En esta localidad de casi 7.000 residentes, “amante” es un apelativo cariñoso que no tiene ninguna connotación amorosa. Una manera, peculiar, eso sí, de expresar amistad con mucha proximidad y calidez.

Los taustanos son, al parecer, muy cariñosos. Y es que en el ¡Ay, amante! no se queda la cosa. La romántica palabra, no tanto en el excepcional diccionario aragonés, también la incorporan en frases como “¡Amante, cuánto tiempo sin verte!” que aún desconciertan más si cabe. ‘Amante, según la Real Academia de la Lengua, es definido como el individuo que mantiene una relación amorosa. Así pues, la expresión zaragozana es un excelente ejemplo claro de cómo el lenguaje conserva tradición, sobre todo en los pueblos.

“¡Eu!”, la onomatopeya que sirve de saludo en muchos pueblos de Aragón

El aragonés está repleto de pequeñas maravillas lingüísticas, que delatan rápidamente la procedencia de quien emite dichas palabras. Así pues, en Zaragoza es muy frecuente saludarse o despedirse con un efusivo “¡Hala, maño!”, mientras que en muchos de los pueblos de su provincia cualquiera de sus habitantes puede iniciar una conversación con un breve pero rotundo “¡Eu!”.

Cada pueblo de Aragón; esté en la Ribera del Ebro, el Pirineo oscense o el Bajo Teruel, por ejemplo, conserva todavía palabras o expresiones transmitidas oralmente desde muchas generaciones atrás. Por ejemplo, en Tarazona “prenda” se usa de forma recurrente entre sus vecinos como apelativo cariñoso, con un significado muy similar al “amante” de los pueblos de las Cinco Villas, mientras que en Daroca es frecuente oír “galán” también para referirse afectuosamente a alguien.

Así se responde al ¡"Ey, Amante"!

Pero más allá de una expresión o palabra aragonesa exacta -es denso y muy rico el diccionario aragonés- lo que describe especialmente bien al léxico de la comunidad aragonesa es su naturalidad, su honestidad y una transparencia tan rotunda que a veces, a los de fuera, les parece tosca y seca, pero que en ningún caso va con mala intención.

Así que si alguna vez alguien te saluda por los encantadores pueblos de Aragón con un sorprendente “amante”, no te pongas a la defensiva. Respira, sonríe… y recuerda que en los pueblos sus vecinos saludan a todo el mundo, te conozcan o no, con gran efusividad y cariño. Simplemente, con un gracias como respuesta al bonito piropo, les alegrarás el día. No cuesta nada.