Consiguió cantar

La reacción inmediata de Cariñena salva in extremis a Rozalén y su concierto del virulento temporal

"Han sufrido bastante, pero aquí estamos", sentencia la cantante extremeña durante su actuación de este pueblo aragonés

Rozalén cierra el Festival Divino Cariñena
Rozalén cierra el Festival Divino CariñenaHaiku Comunicación

Las fuertes lluvias caídas en Aragón este domingo 28 de septiembre estuvieron a punto de arruinar el evento que los vecinos de Cariñena esperaban con ansias. La borrasca amenazaba directamente con terminar con el concierto que la aclamada cantautora Rozalén debía ofrecer como colofón del Divino Festival del pueblo aragonés. La actuación estaba concebida como el cierre de oro para una edición que celebra la cultura en el entorno rural aragonés.

Todo el equipo, la producción y la expectación del público se centraban en el escenario que había sido dispuesto originalmente en el emblemático Santuario de la Virgen de Lagunas, el lugar escogido para que la artista desembarcara y presentara su último trabajo discográfico, titulado 'El abrazo'. Sin embargo, las inclemencias meteorológicas se convirtieron en el principal enemigo a batir durante esa tensa jornada dominical.

La organización logra una hazana a contrarreloj

Frente a la adversidad de la meteorología, los organizadores demostraron una capacidad de respuesta excepcional. Pese a que las previsiones meteorológicas advertían claramente de las precipitaciones, lo que ponía en peligro la seguridad del espectáculo y la comodidad de los asistentes, la rápida y ágil reacción de la organización del festival fue clave para garantizar el éxito. La decisión de cambiar la ubicación del evento se tomó con solo unas horas de antelación.

El cambio de planes permitió que la cantante manchega pudiera actuar con toda normalidad para deleite del público, que había agotado las mil localidades. El aforo era muy reducido, permitiendo solo a 1.000 asistentes disfrutar de su música en directo. Les informaron al mediodía con un mensaje anunciador del vital cambio de planes para la velada. Dicho y hecho, la acción se trasladó inmediatamente a un espacio cerrado.

Un restaurante se transforma en escenario

El nuevo recinto escogido fue el Restaurante 8.0.1 Gastro & Wine Tierra de Cubas de Cariñena, y más concretamente a uno de sus salones interiores, un lugar en el que habitualmente se celebran bodas y otros eventos de carácter social. A las 20:00, con una gran puntualidad que fue aplaudida por los presentes, la artista apareció en escena, demostrando su profesionalidad y compromiso con el público que desafió a la lluvia para verla.

Una vez ante su audiencia, la artista fue la primera en reconocer el esfuerzo titánico realizado tras bambalinas, dedicando sus primeras palabras a destacar el mérito del equipo. La cantante Rozalén proclamó: "Lo primero que vamos a hacer es dar un aplauso a todos los técnicos y a toda la gente que se ha dado un currazo. Han sufrido bastante, pero aquí estamos. Y, por supuesto, quiero darle las gracias a los que han organizado este festival Divino. Sé lo difícil que es hacer algo así en el entorno rural. Es maravilloso no tener que ir a la capital para ver a tu grupo favorito, aunque sea mucho más difícil".

Su talento quedó, como siempre, perfectamente complementado por la inclusión, uno de los sellos más característicos de la cantante. Rozalén estuvo acompañada en el escenario por su inseparable Beatriz Romero, intérprete de lengua de signos. La valiosa colaboración de esta permite que su música no solo se disfrute por sus letras y melodías, sino que también llegue de forma íntegra a las personas con discapacidad auditiva.