La región aragonesa se prepara para un día de cierto alivio térmico en este jueves 26 de junio, con un giro muy bienvenido tras unos días de calor asfixiante. Pese a que aún se registrarán 36 grados en la Depresión del Ebro y el sur de Huesca, la tendencia en las tres provincias es a la baja. También se añade un viento refrescante con el que se pondrá fin, de momento, a la ola de calor. La AEMET ha comunicado, además, cielos despejados y una atmósfera más moderada.

La única excepción a reseñar en este último jueves del mes estará en la divisoria del Pirineo, donde habrá intervalos de nubosidad baja. Zona en la que no se descartan lluvias débiles y dispersas por la tarde. Precipitaciones que si se producen, serán de carácter muy local y de poca relevancia, según indica la Agencia Estatal de Meteorología.

Temperaturas mínimas por debajo de 20

Posiblemente, lo más celebrado de la jornada entre los aragoneses y aragonesas residentes sea el descenso general del mercurio. Tras unos cuantos días de registros muy altos, los termómetros en la buena parte de la comunidad aragonesa comenzarán a bajar, ofreciendo mínimas de 18 grados en Huesca, 15 en Teruel y 20 en Zaragoza. Esta disminución afectará a las mínimas y también a las máximas, aunque el cambio será más notorio en estas últimas. Serán en Zaragoza de 34, 32 en Huesca y 33 en Teruel.

Pese a tal descenso, los meteorólogos indican que todavía se darán máximas de 36 grados en la Ribera del Ebro y el sur de Huesca. Si bien siguen siendo datos térmicos altos, representan una mejora conforme a los 40 grados registrados en días de este mismo mes. En el resto de la región el descenso será más marcado, lo que permitirá noches más frescas y propicias para el descanso.

El viento, crucial para el descenso térmico anunciado por al AEMET

El viento será clave en este cambio de panorama atmosférico. En los municipios pertenecientes al valle del Ebro, volverá el cierzo pero de una forma moderada. Este viento de componente noroeste, típico de la zona, es popular por su óptima capacidad de 'limpiar' la atmósfera y aminorar la masa de aire cálido. Su presencia será esencial también para aliviar la sensación de bochorno.

Por otro lado, en la Ibérica Zaragozana el viento será flojo de componente norte, contribuyendo al mencionado refrescamiento. En el centro y sur de Huesca será, sin embargo, de componente oeste, que ayudará también a templar el ambiente. Finalmente, en el Pirineo, el viento será de tipo variable, lo que podría ayudar en la creación de esas nubes bajas y lluvias aisladas en la divisoria.