
No debe caer en el olvido
Héroe maño del Holocausto: los judíos salvados por el 'Ángel de Budapest' quintuplican la famosa lista de Schlinder
Fue nombrado ‘Justo entre las Naciones' por Israel, pero le prohibieron aceptar el reconocimiento a tan importante labor

Cuando se habla de los salvadores de judíos durante el Holocausto, la figura de Oskar Schindler es la más conocida a nivel mundial, en gran parte gracias a la aclamada película de Steven Spielberg. Sin embargo, su historia palidece en magnitud ante la de otros héroes anónimos que, como el diplomático español Ángel Sanz Briz, lograron salvar muchas más vidas. Su historia, la del ‘Ángel de Budapest’, es un testimonio de coraje y humanidad en el mayor genocidio de la historia.
El contexto en Hungría era devastador. A pesar de haber promulgado leyes antisemitas desde 1938, el país mantuvo una relativa seguridad para su población judía hasta 1944. Ese año, Hitler invadió Hungría y envió una unidad especial dirigida por Adolf Eichmann con el único propósito de implementar la ‘Solución Final’.
200 salvoconductos a 200 familias
La situación se agravó rápidamente: se impusieron distintivos raciales, se confiscaron propiedades y, a partir de mayo, comenzaron las deportaciones masivas a campos de exterminio como Auschwitz. En menos de dos meses, casi medio millón de judíos fueron injustamente asesinados en ellos.
Ante esta situación, Ángel Sanz Briz, encargado de la Legación de España en Budapest desde junio de 1944, no permaneció indiferente. Tras la llegada al poder del Partido de la Cruz Flechada, abiertamente pronazi, y con la aprobación de Madrid, Sanz Briz comenzó a emitir las llamadas ‘Cartas de Protección’ o salvoconductos.
Inicialmente, se basó en un antiguo decreto de 1924 que otorgaba la ciudadanía española a los judíos sefardíes, pero rápidamente amplió la cobertura, otorgando 200 salvoconductos a 200 familias, y extendiendo la protección a cualquier judío perseguido, haciéndolos pasar por sefardíes.
Sobornó a miembros de las S.S. para evitar la detención de judíos
La labor del diplomático fue más allá de la burocracia. Alquiló ocho edificios -que luego amplió a once- y los declaró como anejos a la legación española, dotándolos de extraterritorialidad. En ellos alojó y protegió a los judíos, incluso sobornando a oficiales del régimen para evitar su detención. Llegó a rescatar personalmente a 30 personas de una de las tristemente célebres ‘Marchas de la Muerte’.
Su heroica labor no cesó cuando, por orden de Madrid y ante el avance soviético, tuvo que abandonar Budapest en diciembre de 1944. El ciudadano italiano Giorgio Perlasca, quien colaboraba con la legación, asumió su identidad y continuó la labor durante 40 días más, manteniendo la estructura de protección y el suministro de alimentos en una ciudad sitiada.
Se calcula que salvó a 5.200 judíos
Al final de la guerra se calcula que Sanz Briz, con la ayuda de Perlasca, salvó a 5.200 judíos de la deportación y la muerte, una cifra casi cinco veces superior a la de la famosa lista de Schindler. Por esta hazaña, el 8 de octubre de 1966, el diplomático fue nombrado ‘Justo entre las Naciones’ por el Yad Vashem, la máxima distinción otorgada por el Gobierno de Israel a los no judíos. Una recompensa que, en su momento, fue recibida con la incomprensión de su propio gobierno, que le prohibió aceptar el reconocimiento, y que solo pudo ser entregado a su viuda tras su fallecimiento.
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