Última hora parte médico: novedades en el estado crítico del hombre al que el tranvía le amputó una pierna

El 20 de mayo, sobre las nueve de la mañana, un varón de 58 años que se movía en patinete eléctrico por la Plaza de San Francisco, en el centro de Zaragoza, fue arrollado por un convoy del tranvía. Un desafortunado accidente por el que sufrió una amputación casi total de una de sus piernas y una grave herida en la otra. Quedó atrapado entre la parada del transporte público y el propio vehículo, que nada pudo hacer por evitar el golpe.

Seis días después, ‘Hoy Aragón’ ha podido saber que este hombre, fiscal de profesión, ha sido recientemente trasladado a planta tras salir de la Unidad de Cuidados Intensivos, donde entró con un pronóstico de extrema gravedad hace una semana.

Le salvaron la vida dos sanitarias anónimas

La víctima del atropello fue atendido en el mismo instante por dos mujeres que se identificaron como sanitarias y que casualmente se encontraban en el lugar de los hechos, intentando frenarle la fuerte hemorragia con un cinturón, pues perdía mucha sangre a razón de la sección casi total de una de sus extremidades inferiores.

Rápidamente acudieron al lugar de los hechos las dos primeras patrullas de Policía Nacional alertadas por los vecinos de la zona y por los propios ocupantes del tranvía accidentado que tras el fuerte impacto salieron del convoy asustados para saber qué es lo que estaba pasando.

Los agentes de policía tenían formación en primeros auxilios

Por suerte, los agentes de policías tenían formación en primeros auxilios y contaban con hasta cuatro torniquetes que le administraron al hombre accidentado para seguir así con la labor que las sanitarias que habían comenzado a salvarle la vida en plena calle y a la vista de los preocupados viandantes.

Desde su ingreso en la UCI del Hospital Universitario Miguel Servet poco ha trascendido sobre su estado de salud y evolución. Nada más entrar, sí que se supo que tuvieron que amputarle la pierna que peor estaba para administrarle, inmediatamente después, un tratamiento para evitar posibles infecciones.

Podría incluso haber perdido parte de la otra pierna

Pero la pesadilla vivida aún podría haber sido peor para este fiscal de Zaragoza. Y es que, según explican en el mencionado diario local, tras varias operaciones realizadas durante su tiempo en la UCI podría incluso haber perdido parte de la otra pierna, muy dañada también por el aparatoso accidente.

Tras seis duros y largos días luchando por su vida en el Miguel Servet, ahora el fiscal se encontraría más libre de infecciones y, sobre todo, fuera de la situación de gravedad extrema en la que se había mantenido en los días previos.

Según ‘Hoy Aragón’, la dirección del Hospital Universitario Miguel Servet ha solicitado para el paciente una habitación individual siempre y cuando no afecte al resto de pacientes, para brindarle unos mayores cuidados dada su desfavorable situación clínica.