Casa pasiva
En Zaragoza: así será el nuevo centro logístico más sostenible del mundo
El primero de su sector en estar 100% robotizado
La planta logística más sostenible del mundo ya se está construyendo en Zaragoza. Es el nuevo centro de distribución de la farmacéutica Novaltia, en el polígono Puerta Norte. Una nave de 18.000 metros cuadrados y más de 15 metros de altura que marcará un hito a nivel mundial por ser la primera de clase industrial con el sello passivhaus –en la categoría Plus, la segunda más alta–, garantizando así su alta eficiencia energética.
La calificación passivhaus –o casa pasiva– ha significado un gran reto, como nunca antes, tanto para Novaltia como para ‘la cabeza pensante’ del centro logístico, la ingeniería aragonesa Ergo Synergys, que ha tenido que diseñar estructuras muy sofisticadas para conseguir tan exigente calificación.
Por qué será el más sostenible del mundo
Porque el sello responde a un estándar de construcción de alta eficiencia energética con origen en la Alemania de los 90, siendo hoy una etiqueta cada vez más habitual en la construcción de viviendas, pero no tan habitual en la logística. El fin principal es reducir en todo lo que se pueda el consumo de energía, pero sin dejar de garantizar un alto nivel de confortabilidad en el interior.
Así pues, con compromisos como estos tiene que cumplir el primer edificio logístico más sostenible del planeta, que en 2026 comenzará a funcionar en Zaragoza: un riguroso control de infiltraciones, un gran nivel de aislamiento térmico y una permeabilidad al aire exterior. Esto necesita de la máxima calidad y control de los elementos utilizados ya sea en ventanas, vidrios, puertas, o exutorios.
«Por normativa sanitaria, un almacén farmacéutico nunca puede estar por debajo de 15 grados ni por encima de 25», explica Ángel del Castillo, socio fundador y director general de Ergo en ‘El Periódico de Aragón’. Así tiene que ser en cualquier parte de su interior, desde el suelo hasta las paredes, y las 24 horas del día durante todo el año. Algo que exige una gran demanda energética para su climatización, que en este edificio logístico se reducirá a la mitad en relación a cualquier otro edificio convencional gracias a su sistema passivhaus.
Además, para conseguir la calificación, en el centro se van a efectuar unos ensayos de permeabilidad al aire pioneros en el mundo. Se hará la prueba blowerdoor, que se emplea para la medición de la hermeticidad de un edificio con el fin de verificar las filtraciones de temperatura y así conseguir una temperatura constante y estable en la nave.
Autoconsumo fotovoltaico
El centro contará además con un autoconsumo fotovoltaico de 1,5 megavatios que le permitirá ser autosuficiente energéticamente, a lo que se añadirá un innovador sistema de almacenamiento de energía con pila de hidrógeno.
Por otro lado, la nueva nave industrial será un referente en el sector por cuestiones como estas: contará con un vertipuerto –un aeropuerto para drones– para llevar los medicamentos a zonas de Aragón de difícil accesibilidad y será, además, el primero del sector 100% robotizado.