Del latín

Si a Zaragoza se le bautizó con Cesaraugusto, a Huesca los romanos le pusieron solo cuatro letras y ninguna fue la H

No ha sido su único nombre: Wasqa fue el último oficial antes del actual

¿Cómo se llamaba Huesca antes? El original nombre que muy pocos conocen
¿Cómo se llamaba Huesca antes? El original nombre que muy pocos conocenLa Razón

Huesca, ubicada en el noreste de España, en la comunidad autónoma de Aragón, es una ciudad llena de historia, cultura y un encanto singular. Con un pasado que abarca desde la época prerromana hasta la actualidad, la capital oscense ha sido testigo de importantes eventos históricos. Es famosa por su valioso patrimonio arquitectónico y su excepcional entorno natural.

El origen de su nombre es una ventana a las culturas que la habitaron. Antes de ser Huesca, la ciudad tuvo diferentes denominaciones. Los romanos la encontraron alrededor del año 200 a.c., habitada por los íberos ilergetes o suesetanos, según historiadores. Este asentamiento original era conocido como Bolskan. Tras la conquista, los romanos lo rebautizaron como Osca.

Por qué Osca

Huesca se llamó Osca porque es la latinización del nombre ibérico mencionado, Bolskan, convirtiéndose además en un importante centro cultural y administrativo de la región. Destacó notablemente por su academia de latín, una prestigiosa institución dirigida por el político y militar Quinto Sertorio. Bajo su liderazgo, la ciudad se consolidó como un relevante foco de romanización y prestigio. Posteriormente, con la invasión musulmana en el siglo VIII, Huesca fue ocupada y su nombre fue adaptado a Wasqa.

Los musulmanes introdujeron significativas innovaciones arquitectónicas y agrícolas que modernizaron la ciudad. En esta etapa, Wasqa se erigió como un importante enclave defensivo y cultural dentro de Al-Ándalus, manteniendo su prominencia hasta su reconquista por las fuerzas cristianas en el año 1096.

Eras de esplendor

La estratégica posición de la ciudad la hizo clave en los conflictos, como durante la Guerra Civil Española (1936-1939). Huesca fue escenario de intensos enfrentamientos entre republicanos y nacionales debido a su valor estratégico, un conflicto que marcó profundamente su historia contemporánea.

Ya en las últimas décadas, Huesca ha experimentado un crecimiento sostenido, logrando un valioso equilibrio entre su rica tradición histórica y la modernidad. Hoy, la ciudad es muy valorada por su alta calidad de vida y su inmensa riqueza histórica. Su cercanía a los Pirineos es, además, su mayor atractivo, congregando a amantes de la naturaleza y el deporte durante todo el año.

Su majestuoso entorno

La proximidad de Huesca a la majestuosa cordillera de los Pirineos la convierte en un punto de partida ideal para el turismo de naturaleza. La región ofrece actividades como senderismo, escalada, esquí y barranquismo. Parques naturales como el de Ordesa y Monte Perdido, Patrimonio Mundial de la UNESCO, están a poca distancia, destacando la riqueza ecológica y la impresionante geografía que define su entorno.

Esta travesía de nombres, de Bolskan a Osca y de Wasqa a Huesca, encapsula la profunda síntesis cultural de la ciudad aragonesa. Cada denominación es el reflejo de una era: la identidad íbera inicial, la imposición romana y la academia, y el esplendor defensivo musulmán. Hoy, el nombre actual de Huesca resuena con la rica herencia de múltiples civilizaciones que han forjado su identidad.