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Llegan a España las kalettes, antioxidantes en miniatura

La nueva verdura es un cruce natural entre coles de Bruselas y kale que se cultiva en Tarragona entre diciembre y abril. Cuenta con todas las propiedades nutricionales de las crudíferas, ricas en proteínas, fibras, vitaminas y minerales

Llegan a España las kalettes, antioxidantes en miniatura
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La nueva verdura con todas las propiedades nutricionales de las crudíferas, ricas en proteínas, fibras, vitaminas y minerales

Aunque su nombre pueda sonar exótico, lo último en llegar al mercado a la balda de verduras es «made in Spain». Son las kalettes, un nuevo tipo de verdura de aspecto pequeño y sabor suave que se trata de un híbrido natural que «nace a partir del cruce entre la col de Bruselas y la col rizada, más conocida como kale. Tiene lo mejor de cada una de ellas, porque son muy tiernas y con un sabor dulce y crujiente que las hace muy apetecibles», asegura Pep Barrabeig, CEO de Verdcamps Fruits, responsable de la producción de esta innovación alimentaria en nuestro país, ya que «las cultivamos en la zona de Tarragona durante los meses de diciembre a abril», detalla.

En plena temporada de cultivo, las kalettes acaban de aterrizar en los mercados de nuestro país. «El hecho de ampliar la diversidad de verduras que existe en el mercado siempre es una buena noticia, porque eso facilita al consumidor su ingesta. En los últimos años se ha convertido en una tendencia optar por mini verduras de tamaño pequeño y esta opción se suma a esa moda», asegura Manuel Moñino, vicepresidente segundo del Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas y presidente del comité científico de la asociación para la promoción del consumo de frutas y hortalizas «5 al día».

Pero más allá de la posible moda pasajera, la clave está en que las kalettes cuentan con un aval nutricional muy solvente, «ya que forman parte del género de las brassicas, entre las que está la familia de las crudíferas, donde encontramos, por ejemplo, el brócoli, el repollo y la coliflor. De todos ellos existen numerosos estudios científicos que respaldan sus cualidades nutricionales asociados a la reducción del riesgo de proliferación celular cancerígena, porque son verduras muy ricas en nutrientes como las vitaminas A, C y B6, con un alto poder antioxidante que contribuyen a proteger a las células del daño oxidativo, pero estas propiedades saludables se atribuyen a los nutrientes y no a los alimentos por sí solos», matiza Moñino, quien detalla que, además, las crudíferas tienen una «importante presencia de potasio, que ayuda a mitigar el cansancio y la fatiga, así como de vitamina K, cuyo papel resulta clave en la coagulación, y ácido fólico, sin olvidar que son ricas en fibra y con muy bajo valor energético».

De tamaño similar a la col de Bruselas, el consumidor puede distinguir las kalettes en el supermercado porque su aspecto no resulta acogollado, sino abierto. «Además, presentan un toque llamativo porque su borde es de color más rojizo y magenta, como púrpura, lo que aumenta la presencia de betacarotenos y antocianinas», asegura Barrabeig. Una vez en la cocina, «para aprovechar al máximo sus valores nutritivos debemos optar por comerlas crudas, salteadas, a la plancha o al vapor, siempre y cuando no estén demasiado tiempo en el agua, porque cualquier tipo de cocción prolongada le hace perder propiedades y valores sensoriales», recuerda Moñino, quien hace hincapié en que «estas nuevas verduras son interesantes para añadir opciones saludables a una dieta variada y equilibrada, sobre todo porque aportan nuevas texturas que pueden resultar más agradables para algunos consumidores, pero sin caer en la moda per se que implique pagar un precio excesivo, ya que a nivel nutricional son similares a lo que ya tenemos».

La recomendación generalizada de tomar al menos dos raciones de verduras al día, es decir, unos 300 gramos en total, es fácil de conseguir con las kalettes, ya que pueden prepararse como guarnición en la comida o en la cena. «Estas nuevas verduras son aptas para todos, aunque si se consumen en grandes cantidades pueden resultar flatulentas, por lo que no es recomendable para personas con síndrome de intestino irritable o pacientes con episodios de dispepsia, ya que pueden generar molestias, especialmente cuando se toman crudas. Por otro lado, debido a sus características, pueden reducir la absorción de yodo, mientras las personas que toman anticoagulantes orales no deben exceder su consumo recomendado por la presencia en vitamina K», advierte Moñino.