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Sergio Alonso

Estallan nuevas guerras entre profesiones

Médicos, farmacias y enfermeras se enzarzan por la prescripción y la atención domiciliaria

La nueva ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, María Luis Carcedo / Efe
La nueva ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, María Luis Carcedo / Efelarazon

Médicos, farmacias y enfermeras se enzarzan por la prescripción y la atención domiciliaria

El nuevo curso ha arrancado especialmente movido en política sanitaria. Mientras el sector aguarda expectante los posibles cambios que imprimirá María Luisa Carcedo al Ministerio tras el relevo de Carmen Montón, baile de algunos altos cargos incluido, las profesiones sanitarias profundizan en una batalla caldeada a veces por sus propios dirigentes y, en otras ocasiones, por la Administración. A la primera categoría pertenece el enfrentamiento que mantienen la enfermería con la farmacia a cuenta de la llamada atención domiciliaria. El proyecto normativo de Madrid permitirá al boticario efectuar el seguimiento terapéutico de algunos enfermos en su casa no ha sentado nada bien al Consejo de Enfermería porque entiende que supone una usurpación de funciones, y no es descartable que los médicos se sumen también a las protestas, si las organizaciones que les representan consiguen resucitar de su plácido letargo. La otra polémica gira en torno a las sustituciones de medicamentos a cargo de los farmacéuticos. Esta guerra es vieja, y provocó en su día todo tipo de diatribas por parte de la Organización Médica Colegial (OMC). La Agencia del Medicamento la acaba de resucitar con una instrucción dirigida a precisar la normativa vigente pero que, en realidad, la complica hasta el extremo de que a día de hoy surgen dudas acerca de cuándo puede o no un boticario sustituir un fármaco recetado por el prescriptor.