Mundial de Clubes

Cultura
Baleares es una comunicad rica en historia y cultura, guarda tradiciones y costumbres que aún hoy laten con fuerza en sus pueblos y rincones menos turísticos. Muchas de estas prácticas ancestrales son poco conocidas fuera de las islas, y algunas incluso están desapareciendo ante la presión de la modernidad y el turismo masivo.
Sin embargo, para quienes se adentran en la verdadera esencia balear, descubrir estas costumbres es una puerta para entender mejor la identidad profunda de sus habitantes. Aquí repasamos cinco costumbres de Baleares que casi nadie conoce pero que merecen ser recordadas.
Aunque Baleares no es famosa por su vino, Mallorca cuenta con pequeñas zonas vitivinícolas donde la vendimia sigue siendo una tradición anual muy celebrada en algunos pueblos. La festa des Vermar, especialmente en localidades como Binissalem, combina la recolección de uvas con música popular, bailes tradicionales y degustaciones.
Esta celebración, que suele realizarse en septiembre, es una muestra del vínculo histórico entre los isleños y la tierra, y un momento para agradecer la cosecha y disfrutar en comunidad.
Una de las tradiciones más singulares de Menorca es la fiesta de Sant Joan, en Ciutadella, que incluye un espectáculo de caballos llamado Els Cavallets. Aunque la fiesta en sí es muy conocida, pocos visitantes comprenden la complejidad y el simbolismo detrás de estos bailes ecuestres, que representan una mezcla de ritual pagano y devoción cristiana.
Los jinetes vestidos con trajes coloridos realizan danzas precisas y coordinadas al ritmo de la música, un ritual que se ha transmitido durante siglos y que emociona a locales y turistas.
En la isla de Ibiza, la festividad de Sant Antoni se celebra con hogueras llamadas foguerons que iluminan las noches invernales. Más allá del típico fuego, estas hogueras están acompañadas de cánticos tradicionales y bailes populares, y tienen una fuerte carga social y cultural.
La quema de estas hogueras simboliza la purificación y la llegada de la luz en los días más cortos del año. Esta costumbre, aunque se mantiene viva, es poco conocida fuera de la isla y forma parte de la identidad ibicenca más auténtica.
Aunque la sobrasada es uno de los productos más emblemáticos de Baleares, el proceso tradicional de su elaboración es un secreto bien guardado que se mantiene vivo en algunos pueblos rurales.
La manera artesanal de preparar este embutido, con carne de cerdo, pimentón y especias, incluye rituales familiares, tiempos de curación y técnicas transmitidas de generación en generación. Más allá de ser un simple alimento, la sobrasada representa la memoria colectiva y la economía de subsistencia en las islas.
La cucaña es un juego tradicional que se celebra en diversas festividades populares de Baleares, especialmente en Menorca y Mallorca. Consiste en intentar subir por un poste engrasado para alcanzar un premio colocado en la cima.
Aunque parece un juego sencillo, requiere destreza y valentía, y siempre genera grandes risas y emociones entre participantes y espectadores. Esta práctica lúdica refleja el carácter festivo y la importancia del ocio comunitario en la vida isleña, pero muchos visitantes no llegan a presenciarla.
Mundial de Clubes