Turismo

Una joven, indignada tras estar en una discoteca de Ibiza: "Nos acaban de cobrar 15 euros por un agua"

Los turistas que visitan la isla cada vez se quedan más sorprendidos de ver los precios desorbitados que hay en las discotecas y establecimientos de la pitiusa, incluso en los productos más básicos

Un momento durante el concierto de Ozuna en Ushuaïa Ibiza
Un momento durante el concierto de Ozuna en Ushuaïa IbizaÁ.T

Ibiza es, año tras año, uno de los destinos turísticos más demandados del mundo. Sus playas, su clima y su inconfundible oferta cultural y musical atraen a millones de viajeros en busca de sol, ocio y vida nocturna. Sin embargo, lo que para muchos es un paraíso también se ha convertido en un ejemplo del encarecimiento extremo del turismo de fiesta, especialmente en su faceta más icónica: los clubes nocturnos.

El prestigio internacional de la isla se sostiene en buena medida sobre la música electrónica. Discotecas legendarias, sesiones interminables y DJs de renombre han hecho de Ibiza la capital mundial del clubbing. Para miles de turistas, la experiencia consiste en dejarse llevar por ese ambiente único. Pero el coste de vivirlo genera cada vez más polémica.

"El agua más valiosa del mundo"

El último episodio lo ha destapado una usuaria de TikTok, cuyo vídeo viral denuncia el precio de una simple botella de agua en una de las discotecas de la isla. “Ibiza es caro, pero no te das cuenta de lo caro que es hasta que un agua te cuesta 15 euros”, explica mirando a cámara junto a una amiga, mientras muestran un vaso con hielo y agua. En total, 30 euros por dos botellines.

La grabación, acompañada del irónico comentario “el agua más valiosa del mundo”, ha superado ya los 2.000 comentarios en la plataforma y ha reabierto el debate sobre si el modelo de ocio nocturno en Ibiza es sostenible para todos los bolsillos.

Las reacciones en redes sociales han sido variadas. Mientras algunos critican directamente los precios desorbitados de las discotecas, otros defienden que se trata de un destino exclusivo y que el coste forma parte de la experiencia. “Las cosas no son caras, solamente hay gente que intenta vivir por encima de sus posibilidades”, señalaba un usuario en los comentarios.´

La historia de cada verano

Este tipo de quejas no es nuevo. Cada verano se multiplican las denuncias en redes sociales sobre los precios de entradas, las consumiciones o incluso los servicios básicos en los clubes de la isla. En algunos casos, los turistas relatan que una noche de fiesta puede disparar el gasto hasta cifras que superan el presupuesto de una semana completa de vacaciones en otros destinos mediterráneos.

La cuestión va más allá de la anécdota. Ibiza se enfrenta a una tensión creciente entre mantener su imagen de capital mundial de la música electrónica y el riesgo de convertirse en un destino inaccesible para la mayoría. Los precios que en ocasiones rozan lo inverosímil ponen en cuestión si la isla puede seguir alimentando su atractivo global sin ahuyentar a quienes no estén dispuestos a pagar sumas tan elevadas por lo esencial, como un simple vaso de agua.

En paralelo, instituciones locales y asociaciones vecinales insisten en que el modelo turístico de la isla debería evolucionar hacia fórmulas más equilibradas y sostenibles. La dependencia de un sector elitista y de temporada, advierten, puede terminar por dañar tanto la convivencia con los residentes como la propia imagen de Ibiza en el exterior. Lo ocurrido con el polémico precio del agua es solo un reflejo de un problema mayor: la necesidad de repensar el futuro turístico de la isla para que siga siendo un destino atractivo, pero también accesible.