Mercado turístico
El retorno del servicio militar alemán afectaría al turismo en Baleares: los jóvenes germanos suponen casi el 15% del mercado
El impacto de la medida, pensada para aumentar la seguridad nacional, podría sentirse en destinos como Baleares y Canarias, dos de los principales receptores de turistas alemanes en España
La decisión del Gobierno alemán de recuperar el servicio militar marca un giro significativo en la política de defensa europea y podría tener efectos indirectos en sectores aparentemente alejados de lo militar, como el turismo español.
El Consejo de Ministros de Alemania ha aprobado un proyecto de ley que prevé ampliar el tamaño de sus Fuerzas Armadas hasta alcanzar los 260.000 soldados profesionales y 200.000 reservistas en el horizonte de 2030.
La propuesta incluye la instauración de un servicio militar voluntario con una duración mínima de seis meses. Los participantes recibirán una remuneración de 2.300 euros mensuales, además de manutención y atención sanitaria.
El canciller, Friedrich Merz, ha justificado la iniciativa argumentando que la situación de seguridad en Europa obliga a Alemania a reforzar su capacidad militar. En paralelo, el ministro de Defensa, Boris Pistorius, ha advertido que, en caso de no cubrirse los cupos mediante voluntarios, el país podría aplicar un modelo de reclutamiento obligatorio.
El turismo balear: en el punto de mira
Aunque la medida responde a criterios de seguridad nacional, su impacto podría sentirse en destinos como Baleares y Canarias, dos de los principales receptores de turistas alemanes en España.
El grupo más directamente afectado sería el de los jóvenes de entre 15 y 24 años, potenciales reclutas para la mili alemana. De acuerdo con los datos de Turespaña, este segmento representa un 13,7% de los visitantes germanos en Baleares y un 9,3% en Canarias.
El perfil medio del turista alemán que viaja a España es de 43,5 años, pero la presencia juvenil es fundamental para ciertos destinos asociados al ocio nocturno, las playas y las actividades deportivas. Una reducción en la llegada de estos viajeros podría obligar a los empresarios turísticos a redirigir sus estrategias, ya sea ampliando su atractivo hacia otros grupos demográficos o buscando la entrada a nuevos mercados internacionales.
España, el destino favorito
Los datos más recientes confirman la fortaleza del mercado alemán para el turismo español. En 2024, llegaron a España 11,9 millones de turistas alemanes, lo que supone el 12,7% de todas las llegadas internacionales. Alemania se consolidó así como el tercer principal mercado emisor, solo por detrás de Reino Unido y Francia.
La estancia media de los viajeros germanos se situó en 7,9 noches, con un gasto por persona de 1.301 euros y un desembolso diario de 165 euros. Además, España lideró el ranking de destinos de larga estancia para los alemanes, con una cuota del 14% de los viajes internacionales de cinco noches o más, frente al 8% de Italia y Turquía.
Cambios en el consumo alemán
Más allá de la cuestión militar, los hábitos de consumo en Alemania ya están experimentando transformaciones que influyen en el turismo. Aunque la inflación se ha moderado, la tendencia general apunta a una reducción del gasto por parte de las familias. Esto se traduce en una mayor preferencia por reservas anticipadas o de última hora, estancias en régimen de todo incluido y, en algunos casos, por la elección de destinos más económicos en el norte de África o en Europa del Este.
Este escenario introduce un doble reto para el sector turístico español. Por un lado, la posible disminución de los jóvenes alemanes que viajen al extranjero debido a la reimplantación del servicio militar. Por otro, un contexto económico que empuja a parte de los consumidores a buscar opciones más asequibles fuera de España.
Un futuro de adaptación
Los expertos coinciden en que el turismo español deberá prepararse para un escenario en el que la fidelidad del visitante alemán no puede darse por sentada. Si la mili alemana reduce la movilidad de los jóvenes y la economía condiciona la capacidad de gasto de las familias, Baleares y Canarias tendrán que reforzar su oferta turística, diversificar hacia nuevos mercados emisores y consolidar su atractivo más allá de la tradicional relación calidad-precio.
España ha demostrado en las últimas décadas una notable capacidad de adaptación en un sector altamente competitivo. Sin embargo, la combinación de factores externos —seguridad europea, reclutamiento militar y cambios económicos— obligará a una reflexión estratégica para mantener la posición de liderazgo en uno de los mercados más importantes para la economía nacional.