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El abandono

El abandono
El abandonolarazon

Con mas frecuencia de la que nos gustaría leemos noticias extravagantes sobre las ocurrencias de nuestra inefable Alcaldesa, buen ejemplo es la sardina de chocolate gigante que se elaborará para el día del Entierro de la Sardina la próxima semana, con casi 100 kilos de chocolate que instalará en el Patio de Cristales de la Plaza de la Villa para disfrute de propios y ajenos.

Junto a este tipo de noticias que más que divertirnos nos enfadan, dado el estado de desatención y poca planificación para los problemas reales en nuestra ciudad, existen otras, mucho más importantes y reales que nos llegan muy dentro y nos hacen reflexionar sobre la sociedad en la que vivimos.

La semana pasada los medios de comunicación narraban que una recién nacida, de tres días de vida, era abandonada en la puerta lateral de un templo en el Distrito de Tetuán. Nada más lejos de mi intención que juzgar a una madre que muy probablemente es víctima de enormes dificultades, está en una situación de exclusión, tiene problemas psicológicos o se encuentra completamente sola en la vida. Con toda seguridad habrá llegado a límites insospechados para muchos de nosotros que son los que le han llevado a tomar la durísima decisión de renunciar a su pequeña de esta manera. Pretendo sin embargo reflexionar sobre qué podríamos hacer para que el mensaje de las administraciones llegase a todas y cada una de las mujeres que habitan nuestra ciudad, incluso a las más vulnerables. Sobre todo a aquellas que pueden estar ante situaciones que les lleven a plantearse una disyuntiva tan difícil como esta, que va a marcar el resto de sus vidas. Es esta una labor que nos corresponde a todos: administraciones, organizaciones sociales y sociedad civil.

En materia de competencias, son las Comunidades Autónomas las que tienen la responsabilidad legal de la tutelas de los menores. Es por tanto, la Comunidad de Madrid la que asesora y da respuesta a las madres que no pueden cuidar de sus hijos. El proceso no es complicado, basta con llamar al 012 o al 112 para que se active un protocolo inmediato diseñado precisamente para estas situaciones. Es muy importante hacer comprender que dejar un niño en adopción no tiene consecuencias penales. Recientemente se presentó una magnífica campaña en la que un chupete blanco aparecía caído sobre un suelo negro, con el lema “antes de abandonarme haz una llamada”. El mensaje no puede ser más claro y directo. El Gobierno Regional no ha parado de difundirlo. ¿Qué está fallando entonces en nuestro entorno para que viviendo en una Sociedad donde la información nos invade y nos llega por todas partes, a veces hasta nos desborda, estos mensajes fundamentales no lleguen? ¿Cómo hacer llegar el mensaje “vital” y “confiable” de que si quieren renunciar al cuidado de sus hijos pueden hacerlo de manera responsable, con las máximas garantías jurídicas y de seguridad, tanto para ellas como para los menores?

El caso de Tetuán lamentablemente no es único. Se han encontrado bebes en contenedores de basura, en desagües, en cuartos de contadores de edificios de viviendas, en portales. Pero sirva en este caso para que hablemos del tema y nos planteemos como podemos reforzar las actuaciones. Madrid salva cada año en torno a 40 niños, sensibilicemos para que sean más. En este cometido tienen un papel protagonista, además de las administraciones, las entidades del Tercer Sector. Por su trabajo de campo y su cercanía pueden ser más accesibles y actuar como “puerta de entrada” hacia los procesos administrativos, a la vez que transmisoras de información. Reconozco y estoy segura de la conjunción de voluntades que existe acabará con esta tragedia pero aún nos queda recorrido por hacer.

Curioso resulta que la propia madre de la niña abandonada a la puerta de la parroquia de María Micaela, haya dirigido un mensaje a través de una red social presentándose, dando su nombre y explicando su situación. Nunca dejaremos de sorprendernos.

Pensando en este asunto me viene a la cabeza otro fenómeno a tener en cuenta relacionado con el abandono de menores, es el caso de menores adoptados que son devueltos a la administración por sus padres adoptivos. Comprendo que la adopción no es un procesos fácil, cualquier tipo de paternidad puede generar problemas, sin duda alguna, pero tal vez se debería revisar e incluir mayores garantías en el certificado de idoneidad y desde luego intensificar el seguimiento de los niños adoptados y el apoyo a sus familias ante las diferentes situaciones que se pueden presentar afectando en unos casos al niño y en otros, a los padres. Soy consciente de que esto que planteo puede no ser bien recibido por muchas personas pero el trauma que producen las adopciones truncadas es irreparable. Son personas que padecen un doble abandono en los inicios de su vida cuando su personalidad no está madura.

Todas estas reflexiones me han surgido al leer la triste noticia del distrito madrileño de Tetuán y lamentablemente no es el primer caso que me toca vivir en primera persona. Espero que en el futuro nos organicemos entre todos para crear una sociedad más colaborativa en la que todos nos impliquemos.