Terminó el verano, pero viviendo en Roma ¡no importa!

Ya estamos a mediados de Octubre, es domingo por la mañana, el centro de Roma es un hervidero. Han dicho que en la plaza San Pedro habrá más de 20.000 personas para escuchar el Ángelus del Papa Francisco. Las filas de los coches van creciendo para aparcar cerca de la Villa Borghese o la Villa Pamphili, se prevé un día soleado, estamos a mediados de octubre y tenemos todo el día libre, y la pregunta es: ¿qué hacemos? Lo primero que hay que hacer es huir de la ciudad lo antes posible, buscar un espacio abierto en donde se pueda leer, hacer deporte, comer, dormir, pensar, estar en blanco. Es domingo.

El sol sin duda es un gran entretenimiento. Cuando la nubes no se asoman y el cielo está despejado, aunque ya no sea verano y corra un poco de viento fresco, es el momento para ir al mar. Hacer 40 minutos en coche desde el centro de Roma en dirección Maccarese, no es nada.

Al finalizar el verano la sensación de nostalgia es tremenda, aunque nos guste hacer el trabajo que tenemos, dejar la tumbona, la playa, el sol y el aperitivo para incorporarse al trabajo, es como un drama. Pero no hay que tomárselo así, y menos viviendo en Roma en donde la luz siempre acompaña, son raros lo días que no sale el sol. Y si tenemos una luz ideal en la calle, no tiene sentido quedarse en el sofá o detrás de un ordenador en casa. Hay que salir.

Cuando entrenaba con Fátima, mi querida entrenadora personal con la que aprendí a ponerme en forma pero también a reactivar el cuerpo, siempre lo decía, hay que salir de la silla, sofá o tumbona y hay que ponerse en movimiento todos los días de nuestra vida, el cuerpo está hecho para moverlo.

La mente funciona en positivo cuando nos movemos, cuando ponemos en marcha el cuerpo y no sé por qué cuando estamos mucho tiempo quietos, la mente suele irse a pensamientos menos positivos o menos alegres. Por lo tanto los fines de semana hay que salir a la calle.

Actividades para después de verano cerca de Roma

La playa de Maccarese, está a 19 minutos de coche del Aeropuerto de Fiumicino y a 40 minutos del centro de Roma. El Mar Tirreno bordea los alrededores del aeropuerto. Las playas son amplias con lo cual, se pueden desarrollar un montón de deportes y actividades cerca del agua.

Hay negocios que funcionan todo el año en esta zona, ya sean restaurantes o establecimientos balnearios.

En la costa existen escuelas de kite como La Rambla, y a unos pocos kilómetros de la orilla del mar, clubes de equitación, uno de ellos es La Tenuta L’ Ambrosia

Y si los niños o mayores quieren aprender a pescar tienen que ir al Lago de la Media Luna – Laghi mezza luna

Pero tampoco es absolutamente necesario matricularse en escuelas de actividades deportivas, también se puede jugar al vóley, al futbol, a la pala de playa, y a tantos deportes mas. Lo que si es absolutamente sano es reactivar el cuerpo los fines de semana.

Teniendo tantas posibilidades es un crimen quedarse tumbado en un sofá.