Política

Clavijo: "El Gobierno de España está débil y dando las últimas bocanadas"

El presidente canario reclama más peso de CC en el Congreso, elogia el músculo vasco y reprocha al Gobierno central falta de impulso y retrasos en compromisos con las islas

Fernando Clavijo, presidente de Canarias
Clavijo carga contra el Gobierno: "40 millones sin fecha ni destino no son solución, son humo"Europa Press

El presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, advirtió este viernes de que un hipotético Ejecutivo central formado por PP y Vox sería “dramático” para el archipiélago por lo que considera una “ofensiva muy dura” contra los nacionalismos y la periferia. En un foro de la Cadena SER junto al lehendakari vasco, Imanol Pradales, el nacionalista sostuvo además que el Gobierno de España “está débil y dando las últimas bocanadas”, un diagnóstico que, a su juicio, explica la falta de tracción para atender agendas territoriales clave.

Un aviso sobre recentralización y el coste para la periferia

Clavijo alertó de que un cambio de ciclo con PP y Vox implicaría “lidiar” con un modelo recentralizador que tensionaría competencias autonómicas. Aunque no ve la legislatura “agotada”, sí retrató a Moncloa como un Ejecutivo sin pulso político suficiente para sostener las demandas de Canarias en un contexto de alta inflación de costes, brecha insular y presión migratoria.

El líder de Coalición Canaria (CC) defendió que los gobiernos en minoría que requieren apoyos nacionalistas son “más propensos” a atender “legítimas reivindicaciones” territoriales. Puso como ejemplos los planes de empleo, el convenio de carreteras o la bonificación del 60% del IRPF para La Palma tras la erupción, aunque denunció que en este último punto “el Gobierno se hace el remolón”. La crítica apunta a una gestión central lenta y burocrática, que convierte promesas en expedientes sin fecha, con impacto directo en familias y empresas palmeras que aún esperan certidumbre fiscal.

Autocrítica y envidia sana a Esukadi

Clavijo admitió que a Canarias le “vendría bien” un Gobierno central dependiente de los votos de CC, y mostró “envidia” de Euskadi por contar con 11 diputados nacionalistas frente al único escaño canario. Es una autocrítica a su propio espacio político, pero también un dardo implícito a Moncloa: si el Gobierno no escucha, toca hacerlo imprescindible.