El pueblo de Cantabria que lo tiene todo es este

Resulta complicado quedarse con un pueblo, elegir uno de los cientos que tiene Cantabria, por su belleza, por su arquitectura, por su encanto, por la gracia de su gente. Pero hay uno que sí o sí, no puedes dejar de visitar, y ese es Potes.

Pote lo tiene todo. Pero ¿qué es eso todo? Veamos.

Ubicación perfecta: a los pies del Parque Nacional de los Picos de Europa, uno de los espacios naturales más bonitos y visitados de todo el país. En los Picos de Europa hay cientos de rutas de senderismo, se puede disfrutar de un paisaje de montaña privilegiado con ríos, bosques autóctonos y una enorme cantidad de animales salvajes que viven en libertad: rebecos, corzos, lobos e incluso algún oso. Potes es el enclave perfecto para conocer los Picos de Europa.

Arquitectura: las casas de Potes parecen de cuento, aunque el pueblo sufrió las consecuencias de la Guerra Civil y fue destruido en parte por los bombardeos de esta etapa bélica, las casas son casas de piedra vista, y se conservan muchos edificios de gran interés cultural como sus dos puentes: el de San Cayetano y el de Cárcel. Sin duda, su edificio más significativo es la torre del Infantado, que hoy es una sala de exposiciones. La iglesia de San Vicente, de estilo gótico, es otra de las joyas de esta localidad.

El mimo de sus paisanos: no hay nadie que visite Potes que no ensalce la amabilidad de quienes viven en este pueblos, gente hospitalaria que te abren la puerta de sus casas para invitarte a comer una corbata de Unquera con un café o un sobao pasiego. Que los de Potes quieren a su pueblo queda patente a simple vista, la mayoría de los balcones de sus casas están repletos de plantas y flores, están muy cuidadas las casas, con puerta de madera rehabilitada, ventanas renovadas, pero todo ello manteniendo y respetando la estructura original del pueblo. Su casco antiguo es Bien de Interés Cultural, con categoría de Conjunto Histórico, desde el año 1983.

Cocido lebaniego, el manjar que no te puedes perder

Gastronomía: comer es un placer y no hay quien pase por Potes que diga lo contrario. La carta que se puede disfrutar en el pueblo es amplia y muy, muy recomendable y sabrosa: cocido montañés, cocido lebaniego (plato tradicional por excelencia de esta zona), embutidos, quesada pasiega, corbatas de Unquera, la oreja y los "quesucus".

Paisaje, paisanaje y gastronomía, no se puede pedir más para hacer una escapada de las que dejan el mejor sabor de boca. Potes lo tiene todo.