Por sorprendente que parezca, Madrid lleva siendo una comunidad independiente desde hace muy poco tiempo ya que desde el siglo XI ha estado fuertemente vinculada al reino de Castilla.

Si echamos la vista atrás, tras la reconquista cristiana de Madrid por parte Alfonso VI, rey de León y de Castilla en el año 1083, la actual capital de España pasó a formar parte del reino castellano que se extendía por Castilla y León y gran parte de Castilla-La Mancha y Extremadura. 

Más tarde, en el siglo XV, Extremadura se desvinculó del reino de Castilla que tras la división provincial de 1833 pasó a dividirse en dos grandes territorios; por un lado, Castilla la Vieja conformada por las provincias de Santander, Burgos, Logroño, Soria, Segovia, Ávila, Valladolid y Palencia y por otro lado, Castilla la Nueva compuesta por Ciudad Real, Toledo, Cuenca, Guadalajara y Madrid. 

Los orígenes de Castilla la Nueva estuvieron en esa mencionada reconquista de la Taifa musulmana de Toledo por parte de Alfonso VI que sumó el Reino de Toledo a las posesiones del rey de Castilla y León.

Cabe señalar que el norte y oeste de la actual provincia de Albacete pertenecía a la provincia de Cuenca, concretamente las localidades de Jorquera, La Roda o Villalgordo del Júcar, Alcaraz, Villarrobledo u Ossa de Montiel, entre otras, y por tanto se incluía en Castilla la Nueva; mientras que el resto del territorio albaceteño pertenecía al reino de Murcia.

Ambas castillas, la nueva y la vieja, no obstentaron ninguna dimensión institucional más allá de la aparición de su nombre en los mapas

Madrid va adquiriendo mayor importancia

Madrid crece a un ritmo frenético en comparación del resto de grandes ciudades del reino castellano. En este sentido, en 1561, el rey Felipe II decide trasladar su corte a Madrid y convertirla así en la capital de su reinado.

El crecimiento poblacional, económico y político de Madrid y la condición de capital obligaron a nombrar la provincia madrileña como una comunidad autónoma independiente en el Estado de las autonomías de la Constitución de 1978. 

Tras la aprobación del Estatuto de Autonomía el el 1 de marzo de 1983, Madrid se constituye como Comunidad Autónoma bajo la Ley Orgánica 3/1983, del 25 de febrero (BOE 1-3-83) y con la denominación oficial de Comunidad de Madrid.

De esta forma, Castilla La Nueva desaparece debido a la creación de Madrid como una comunidad uniprovincial y a la constitución de Castilla-La Mancha conformado por tanto por las cuatro provincias restantes junto con Albacete.

El vinculo de Madrid con Castilla

La pertenencia de Madrid a Castilla sigue reflejada en el escudo de la comunidad que está compuesto por las siete estrellas de Madrid y dos torres , estas últimas simbolizan el pasado y vínculo histórico de la región madrileña con los dos reinos de Castilla. 

La bandera solo incluye el fondo rojo y las siete estrellas blancas de cinco puntas distribuidas en dos filas que representan la constelación de la Osa Menor.