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Repulsa sanitaria a la última agresión en Valladolid e inquietud por el repunte de casos

La consejera Verónica Casado se suma a la concentración frente a las puertas del centro de salud de Parquesol donde propone que se «endurezcan las penas» contra quienes agreden a los profesionales de la Sanidad Pública

La consejera de Sanidad, Verónica Casado, y el gerente regional de Salud, Manuel Mitadiel, durante el minuto de silencio de repulsa a la agresión de este miércoles en Valladolid
La consejera de Sanidad, Verónica Casado, y el gerente regional de Salud, Manuel Mitadiel, durante el minuto de silencio de repulsa a la agresión de este miércoles en ValladolidRubén CachoIcal

Preocupación e inquietud entre los profesionales sanitarios de la Comunidad ante el repunte de las agresiones que están padeciendo en los últimos tiempos. La última, este miércoles en el centro de salud de Parquesol en Valladolid, cuando una mujer de 29 años, embarazada, y al parecer cansada de esperar a que la atendieran para que la recetaran unas vitaminas, aunque no tenía cita previa, entraba de imprevisto en la consulta y le propinaba a la médico un puñetazo en la cara sin mediar discusión alguna.

Numerosos profesionales sanitarios se concentraban ayer a las puertas de este centro de salud vallisoletano para mostrar su repulsa por estas agresiones. Un acto, al que se sumaba la consejera de Sanidad, Verónica Casado, que además ha trabajado treinta años en este centro, y el gerente regional de Salud, Manuel Mitadiel, que consistía en un minuto de silencio y en la lectura de un manifiesto. Un texto con el que hacen un llamamiento a la sociedad para que no haya agresiones y respeten al trabajo de los médicos y con el que advierten también de las graves consecuencias que acarrean estos hechos, desde cambios de adscripción de profesionales sanitarios, hasta expedientes sancionadores, multas e incluso procesos judiciales y penas de prisión en función de la violencia cometida.

La consejera aprovechaba esta concentración de repulsa para avanzar que va a proponer a la Fiscalía que estudie la posibilidad de endurecer las penas por agresiones a sanitarios ante el aumento de casos. Al respecto, Verónica Casado recordaba que el pasado año se produjeron 387 agresiones, de las que se han dictado 224 sentencias penales condenatorias, 92 de ellas por delito. Una cifra a la que hay sumar otras 59 resoluciones de la Junta que sancionan al agresor a multas económicas que oscilan entre los 300 y 600 euros en función de la gravedad de los hechos.

Desde el sindicato CSIF, al que está afiliada la médico agredida, condenan lo ocurrido y muestran su preocupación por el aumento de las agresiones pero, también y sobre todo, por los «inauditos motivos» que se esconden detrás de cada una de ellas. En este último caso, por un retraso en la atención, cuando además la médico estaba atendiendo a pacientes de otro compañero que se encontraba de descanso, y en otros, por el incremento de las listas de espera. Algo que, según explica el CSIF, no depende de los médicos sino de la gestión de Sacyl. Por ello, piden al Gobierno autonómico que actualice los protocolos de prevención.